Transición con Constitución: dos carriles para reconstruir a Venezuela, por Rafael Veloz García
19 Sep 2025, 14:47 6 minutos de lectura

Transición con Constitución: dos carriles para reconstruir a Venezuela, por Rafael Veloz García

Por La Patilla

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La palabra “transición” no es un eslogan ni una ilusión. Es una tarea concreta, con tiempos, responsables y controles. Venezuela se encuentra en una coyuntura político-social que obliga a distinguir entre dos carriles complementarios. El primero, el carril institucional. Se trata de la recomposición con la urgencia que necesita la nación, de poderes públicos para restablecer la legitimidad y el Estado de derecho. El segundo, el carril de la gestión, que hemos trabajado desde hace años y está titulado como “Venezuela Tierra de Gracia”: un programa de gobierno enfocado en atender la emergencia y relanzar el país con base en sus capacidades productivas y su talento humano.

Ambos carriles se sostienen en la Supremacía Constitucional: la Constitución es “norma suprema y fundamento del ordenamiento jurídico” (art. 7), y fija fines esenciales del Estado —defensa y desarrollo de la persona, dignidad humana, ejercicio democrático de la voluntad popular, construcción de una sociedad justa y amante de la paz, promoción de la prosperidad y el bienestar— (art. 3). Nada de esto ha guiado la gestión de los últimos 25 años. Por el contrario, los poderes públicos fueron penetrados y deformados para conservar el poder y sostener un sistema de narcodictadura. La transición que proponemos es orgánica: volver a la Constitución con eficacia real, reparando las instituciones y, desde allí, ejecutar políticas para mejorar la vida cotidiana.

1. Punto de partida: legalidad, verdad y unidad.
Desde el 28 de julio de 2024 el país estableció una decisión ciudadana política. Ese mandato popular, bajo la conducción de María Corina Machado, ha planteado un principio elemental: transitar con la Constitución como norte y con unidad como valor superior. La unidad no es unanimidad ni reparto de cuotas; es la unión de esfuerzos para un bien común: rescatar la República y poner en marcha soluciones.
Hay un dato insoslayable: la amenaza transnacional. La narcodictadura no actuó sola; se apoyó en redes foráneas que mezclan crimen organizado, economías ilegales y plataformas de desinformación. Por eso, la transición necesita cooperación internacional sostenida. No se trata de “tutelas”, sino de alianzas y asistencia técnica, financiera y judicial para recuperar control territorial, perseguir delitos de lesa humanidad, proteger activos y asegurar ayuda humanitaria con estándares de transparencia.

2. Dos carriles, una sola ruta.
Carril institucional: recomponer para legitimar. La Constitución define principios, competencias y procedimientos. La transición debe restablecer la legitimidad de origen y de ejercicio de los poderes.
El objetivo son elecciones libres en el corto plazo y funcionamiento regular de los poderes con reglas previsibles.

Carril de la gestión: alivio inmediato y relanzamiento

«Venezuela Tierra de Gracia» articula medidas de choque y reformas que devuelvan dignidad y horizonte: alimentación y protección social: canasta de emergencia priorizando niños, adultos mayores e indígenas; servicios públicos esenciales: electricidad, agua y gas con planes de estabilización rápidos; salud y educación: recuperación de nóminas y dotaciones mínimas; vacunación y abastecimiento de esenciales; regreso progresivo a clases con infraestructura básica; seguridad ciudadana: despliegues focalizados, control de territorios, desarme de grupos paraestatales; economía productiva: reglas claras, incentivos a exportación y agro, integración logística fronteriza, y protección del ingreso laboral mediante acuerdos tripartitos; gobernanza anticorrupción: trazabilidad digital del gasto, compras abiertas, publicación de contratos y auditorías independientes.

Reloj en mano: 100 horas, 100 días

La transición exige tiempos medibles. Como lo han señalado líderes democráticos —y lo ha reiterado Omar González: “nos venimos preparando para lo que viene. Habrán medidas de acuerdo a la urgencia, pero todo comienza con la juramentación de Edmundo Gonzalez Urrutia como Presidente en la sede de la Asamblea Nacional”.

Principios que blindan la transición

Desde la Supremacía Constitucional, las medidas serán en formato proporcional y controlado, propio de un Estado de derecho. Con prioridad a la vida, la libertad, el debido proceso y la libertad de expresión; ni persecución ni revancha.
Con el carril institucional funcionando, la gestión se desarrolla adecuadamente.
El principio de unidad debe convertirse en el método a utilizar. Decisiones con base en evidencia, equipos plurales, vocería responsable y respeto a la diversidad democrática.

¿Por qué “orgánica”?

Le llamamos transición orgánica porque reconecta lo que nunca debió separarse: principios y resultados. La Constitución no es un obstáculo, es la plataforma que permite que el programa «Venezuela Tierra de Gracia“ llegue a la gente sin arbitrariedades. La fuerza de la ley tiene un efecto derogatorio sobre toda acción subalterna e inconstitucional: devuelve certeza, incentiva la inversión, protege libertades y reduce la violencia.

Un llamado sencillo y poderoso. Transitar con la Constitución es poner a la persona en el centro (art. 3), garantizar su dignidad y su libertad, y organizar la casa para que el país vuelva a producir, estudiar, curar, crear y convivir en paz. Lo urgente (control territorial, alimentos, servicios) no puede esperar. Lo importante (instituciones legítimas) no puede fallar. Y lo permanente (principios y valores) no pueden negociarse.

Con ese espíritu —el de la unidad para gobernar— vamos a reconstruir Venezuela. Por los niños y su comida y atención, por los abuelos y sus medicinas y pensiones dignas, por los indígenas y sus territorios, por los maestros y su salario, por los periodistas y su libertad, por cada familia que quiere vivir en su país sin miedo. La transición no es la meta: es el camino para reencontrarnos con lo que somos: una tierra de gracia.

Por Rafael Veloz García/@Rafaelvelozg

Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015. Expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA). Abogado Constitucionalista.

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