
Un récord de cinco mujeres nacidas o elegidas en Estados Unidos compiten este año en Miss Universo, ya sea por representar al país norteamericano, a las latinas o al exilio cubano y nicaragüense, lo que organizadores y participantes defienden como parte de una nueva era del certamen, que concluye esta semana en Tailandia.
«Lo aplaudo porque ahora más que nunca la nacionalidad y la identidad no están definidas por el lugar en el que naciste», dijo a EFE la conductora mexicana Jacqueline Bracamontes, Miss México en 2000 y presentadora de Miss Universo.
Reinar desde el exilio
El fenómeno trasciende el concurso y roza la política. La miamense Lina Luaces Estefan es la segunda Miss Cuba elegida en el exilio en Miami después de más de cuatro décadas de ausencia de la isla en el certamen.
En 2024 la primera reina fuera de Cuba despertó curiosidad y entusiasmo de cubanos dentro de la isla y en el exilio, aunque esta vez la prensa asociada al Gobierno castrista, que prohibió el concurso en 1960, criticó a la participante en Cubadebate.
«Lina no nació en la mayor de las Antillas. Representó a la provincia de Santiago de Cuba en Miss Universo Cuba, concurso que por segundo año consecutivo se realiza en Miami, y nunca ha pisado esta región oriental. Ni siquiera habla fluido el español», indica la publicación ‘¿Quién define qué es ‘ser Cuba’ en Miss Universo?.
En tanto, la actual Miss Nicaragua, Itza Castillo, nacida en Managua, obtuvo el apoyo del exilio en Miami y el silencio del Gobierno de Daniel Ortega, que expulsó el concurso durante el reinado como Miss Universo 2023 de Sheynnis Palacios, la última Miss Nicaragua elegida en ese país.

Prince Julio César, director de Miss Cuba, aseguró a EFE que «muchos de estos concursos se realizan fuera de los países porque los gobiernos han cerrado las oportunidades a las chicas que viven allí».
«Una vez que la gente conoce a sus ‘misses’, termina enamorándose de ellas, porque son muchachas disciplinadas, trabajadoras y con muchas ganas de representar a su banda lo mejor posible», sostuvo.
Entre tanto, la californiana Nadia Mejía sí recibió críticas en Ecuador por mudarse al país suramericano para obtener la corona tras perderla en Estados Unidos y por su acento al hablar español.
«El verdadero idioma es el del corazón, el amor», responde ella cuando se le inquiere sobre el tema.
El artista ecuatoriano Danilo Carrero, quien junto a Bracamontes conducirá la gala final del viernes en Tailandia (jueves en la costa este estadounidense) , expresó sentirse «orgulloso de que Nadia represente» a Ecuador.
«Siento que sus raíces son ecuatorianas y tiene tanto derecho como cualquiera a llevar nuestra bandera en el pecho», comentó.
Para el también futbolista, «tener reinas de belleza representando el país de sus ancestros es una práctica» vista «en el fútbol desde hace muchos años, no hay nada diferente».
¿Es legal?
Carlos Aydán, quien se define como «misseólogo» y es conductor de Telemundo y Peacock, que transmiten el concurso en Estados Unidos, explicó a EFE que las reglas del Miss Universo exigen que las delegadas tengan la nacionalidad o sean hijas de alguien nacido en el país que representan.
«Las de Estados Unidos no son las únicas. Miss Islas Turcas y Caicos, Bereniece Dickenson, nació y creció en la República Dominicana, pero puede representar a ese país porque su papá es dominicano», indicó.
Este año hay 119 candidatas, con delegadas de Cabo Verde, Mayotte, Palestina y Ruanda en el concurso por la primera vez.
Y por primera vez, hay una delegada de los latinos en Estados Unidos, Yamilex Hernández, nacida en República Dominicana y elegida en el reality show ‘Miss Universe Latina’, que se suma a Miss Cuba, Miss Nicaragua y Audrey Ecker, Miss Estados Unidos.
«Las fronteras han dejado oficialmente de determinar cuál es la bandera que está en tu corazón», agregó Bracamontes, quien presentó ‘Miss Universe Latina’. EFE