Moscas ocupan el primer plano en la lucha de Estados Unidos para proteger su industria ganadera de un parásito carnívoro. El país norteamericano anunció la construcción de una fábrica clave para la producción de miles de millones de estos insectos, que serán utilizados para mantener bajo control la peligrosa plaga que actualmente impacta regiones fronterizas.
La información, difundida a través del portal web de Associated Press, detalla que la inversión en esta infraestructura responde a la intensificación de los esfuerzos para impedir que los llamados gusanos barrenadores del ganado se expandan y afecten los rebaños estadounidenses.
Las moscas estériles resultantes serán liberadas para disminuir la población salvaje del parásito. En total son 750 millones de dólares que se van a utilizar para poder construir el espacio de cria de moscas en las afueras de Edinburg, en el estado de Texas, a unos 32 kilómetros de la frontera con México. la en Texas
Medidas para poder hacerle frente a la epidemia
El plan contempla no sólo la producción masiva de moscas, sino también una inversión adicional de $100 millones en trampas, señuelos y patrullaje fronterizo especializado.
Además, se prevé la capacitación de perros detectores y la utilización de jinetes en los patrullajes para reforzar la barrera natural frente al avance del parásito a través de la frontera.
Restricción de importaciones por plaga ganadera
Como parte de las medidas de contención, se mantiene el cierre de la frontera estadounidense para la importación de ganado, caballos y bisontes provenientes de México.
Según lo informado en el portal, esta medida se mantendrá hasta que las autoridades certifiquen que la plaga está retrocediendo hacia Panamá, región donde previamente se había controlado mediante el mismo método de cría y liberación de moscas estériles.
La fábrica será construida en la Base Aérea Moore, ubicada en las afueras de Edinburg, en el estado de Texas, a unos 32 kilómetros de la frontera con México.
Las autoridades han señalado que la planta tendrá la capacidad de producir hasta 300 millones de moscas estériles semanalmente, reforzando así el control biológico del parásito responsable de severas pérdidas económicas en la industria ganadera.