El Senado de Estados Unidos rechazó este miércoles 8 de octubre, con 51 votos en contra y 48 a favor, una resolución que buscaba limitar la autoridad del presidente Donald Trump para mantener el actual despliegue militar en el mar Caribe sin la aprobación explícita del Congreso.
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El resultado de la votación representa una victoria para la Casa Blanca y le permite continuar con su estrategia de presión militar en la región. La moción, de haber sido aprobada, habría requerido el retiro de las fuerzas estadounidenses de las operaciones relacionadas con Venezuela, a menos que el Congreso autorizara formalmente su uso.
La resolución, impulsada por un grupo de senadores demócratas y el republicano Rand Paul, fue presentada con el argumento de que la Constitución otorga al poder legislativo, y no al presidente, la potestad para iniciar hostilidades. Sus promotores advirtieron sobre el riesgo de una «guerra no autorizada» con Venezuela.
Los proponentes citaron como justificación los recientes ataques letales contra presuntas embarcaciones narcotraficantes, que según ellos, se realizaron sin una base legal clara ni la existencia de una «amenaza inminente».
Por su parte, la administración Trump, a través de voceros como el secretario de Estado, Marco Rubio, había calificado la resolución como «peligrosa», asegurando que despojaba al presidente de su capacidad para proteger a los estadounidenses de «narcoterroristas».
