
El mayor despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe en décadas está golpeando en el corazón del Cartel de los Soles de Venezuela, una red criminal incrustada dentro del régimen de Nicolás Maduro y acusada de mover enormes cantidades de cocaína al extranjero, según fuentes con conocimiento de la situación.
Por El Nuevo Herald
De acuerdo con tres personas con conocimiento directo de las operaciones del cartel, la llamada “Ruta del Caribe” —durante mucho tiempo uno de los corredores más activos para lanchas rápidas que transportaban cocaína con rumbo a Europa y Estados Unidos— ha sido efectivamente cerrada por misiones de interdicción estadounidenses.
Lanzada el mes pasado, la operación está guiada por una estrategia de tres fases: “Degradar, desmantelar y destruir”. Evaluaciones de inteligencia estimaron que para finales de 2024, entre 350 y 500 toneladas de cocaína salían de Venezuela cada año, dijeron las fuentes.
“La operación está teniendo un impacto real”, dijo una fuente al Miami Herald bajo condición de anonimato. “El Caribe está totalmente controlado; no sale un solo bote. El flujo de efectivo del narcotráfico está bajo amenaza directa, y eso pone en riesgo la cohesión de la élite militar. En tres meses no tendrán fondos para pagar a los generales”.
La fase inicial del despliegue incluye una fuerza de tarea aeroterrestre de Infantería de Marina a bordo del buque de asalto anfibio USS Iwo Jima y dos transportes clase San Antonio, con más de 2,000 marines preparados para misiones de respuesta rápida.
En total, más de 4,500 efectivos estadounidenses —marines y marinos— operan en la región, apoyados por un crucero, destructores y un submarino de ataque clase Los Ángeles armado con misiles guiados de precisión. Diez cazas furtivos F-35 también están estacionados en Puerto Rico, capaces de superar a la envejecida flota venezolana de Sukhoi-30 y F-16.
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