
En un continente con pocas guerras y un escaso militarismo en su historia reciente, la Fuerza Armada Nacional de Bolivariana de Venezuela (FANB) se las ha arreglado para mostrarse en las últimas dos décadas como una potencia militar regional que parece salirse del personaje regional.
Por CNN
Gran parte de esa imagen se ha forjado a través de la adquisición sostenida de equipamiento ruso a partir del Gobierno de Hugo Chávez, él mismo un militar, pero incluso antes, cuando el país aún compraba armas a EE.UU., Venezuela ya aparecía como un inversor fuerte en material bélico.
Sistemas de armas como los cazas Su-30, los tanques T-72, los misiles antiaéreos S-300, Pechora y Buk, y los portátiles Igla-S, e incluso los fusiles de la familia Kalashnikov, todos frabricados en Rusia y diseñados en tiempos soviéticos, le han conferido a la FANB un imagen distintiva —repetida en la cadena oficial VTV y en redes sociales— entre las Fuerzas Armadas de la región, en su mayoría equipadas con armamento estadounidense o europeo.

Ahora, el enorme despliegue aeronaval de Estados Unidos en el Caribe, que Washington alega es para combatir el narcotráfico centrado en Venezuela mientras Caracas sostiene que es una “guerra no declarada”, podría poner a prueba a la FANB y la imagen de poder que se ha esforzado en forjar en 25 años de chavismo.
EE.UU. ha enviado casi una decena de buques de guerra, incluyendo un crucero, tres destructores, buques de asalto anfibio —con una unidad de infantería de Marina a bordo— y un submarino. Además, 10 cazas furtivos F-35 fueron desplegados en Puerto Rico. Una fuerza formidable que es apenas una fracción del poder militar estadounidense: en esta operación militar del Comando Sur, liderada por unidades de la Armada —pero sin portaaviones —, aún no han hecho presencia el Ejército ni la Fuerza Aérea.
Con qué se defiende Venezuela
En el papel, Venezuela posee una Fuerza Armada bien equipada. Pero el mantenimiento y estado del equipo y el entrenamiento del personal es una incógnita en un país que lleva ya más de una década de penurias económicas, entre la inflación, la caída de la actividad y la merma en la producción de petróleo, el principal producto venezolano, y en un Gobierno tiene 25 años en el poder bajo acusaciones de violación de Derechos Humanos y represión de la disidencia.
Caracas niega estas acusaciones, a las que califica como “injerencismo”.
De cualquier manera, como consecuencia de este colapso económico y de las siempre presentes tensiones políticas, unos 7,9 millones de venezolanos, muchos de ellos jóvenes en edad de prestar servicio militar, han abandonado el país, según datos de ACNUR.

Según el Balance Militar 2024 realizado por el International Institute for Strategic Studies (IISS), después de años de parate el Gobierno de Venezuela “reanudó recientemente modestos esfuerzos de mantenimiento y modernización”.
“La FANB tiene una operatividad y disponibilidad de medios bastante baja, en parte porque vienen de más de una década de crisis económica en el país”, dijo a CNN Andrei Serbin Pont, analista especializado en política externa, defensa y seguridad. “Los sistemas de armas que se incorporaron en el periodo entre el 2005 al 2015, también han tenido su uso y requieren modernización”.
La FANB de Venezuela ocupa el puesto 50 (de 145) en el ranking 2025 que elabora el sitio Global Fire Power en base a estadísticas oficiales y estimaciones. Estados Unidos ocupa el 1, y muchos de los vecinos de Venezuela, como Colombia (46) y Brasil (11), la superan
Actualmente, la FANB cuenta con cerca de 123.000 soldados activos, entre el Ejército (63.000), la Armada (25.500), la Aviación Militar (11.500) y la Guardia Nacional (23.000), de acuerdo con datos del IISS, suplementados por 8.000 reservistas.
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