El 2 de septiembre, una pequeña lancha zarpó de las costas del estado Sucre, en Venezuela, rumbo al mar Caribe. Tiempo después, un dron que sobrevolaba la zona lanzó un misil que impactó la embarcación y mató a todos los que iban a bordo.
Por Insight Crime
El ataque, fulminante y preciso, acaparó la atención mundial y puso en evidencia el papel de Sucre en el narcotráfico.
“Hay más de donde vino esa. Tenemos muchas drogas entrando a nuestro país… Estas provenían de Venezuela”, afirmó Donald Trump, presidente de Estados Unidos, en su red social Truth tras el ataque.
Las autoridades estadounidenses no precisaron muchos detalles sobre la embarcación, pero vincularon el cargamento con el Tren de Aragua, la megabanda venezolana que ese gobierno declaró como organización terrorista en enero.
Sin embargo, la investigación de campo de InSight Crime cuestiona esta afirmación. El régimen del presidente Nicolás Maduro ha dedicado los últimos años a consolidar un control más estricto sobre el narcotráfico en Sucre a expensas del Tren de Aragua, aunque el grupo aún mantiene un bastión en el estado.
Nuestro reportaje en el terreno arroja luz sobre la dinámica del narcotráfico en el estado y cómo podría cambiar después de los recientes ataques.
Una región dependiente del narco
La lancha destruida en el ataque zarpó del municipio Arismendi del estado de Sucre, en la Península de Paria, a 80 kilómetros de Trinidad, un corredor estratégico para el tráfico de drogas y armas, así como para el tráfico ilícito de migrantes.
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