El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes 16 de diciembre una escalada sin precedentes en su política hacia Venezuela, al ordenar un «bloqueo total y completo de todos los tanqueros petroleros sancionados» que entren o salgan del país suramericano.
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A través de un comunicado emitido en su plataforma Truth Social, el mandatario aseguró que Venezuela se encuentra actualmente «completamente rodeada por la Armada más grande jamás reunida en la historia de América del Sur». Trump advirtió que este despliegue militar «solo se hará más grande» y que el impacto para las autoridades chavistas será «como nada que hayan visto antes». El presidente condicionó el cese de esta presión máxima a una exigencia específica: el retorno inmediato a Estados Unidos de «todo el petróleo, la tierra y otros activos que nos robaron anteriormente».
El líder republicano argumentó que el «ilegítimo régimen de Maduro» utiliza el crudo extraído de estos campos en disputa para financiarse a sí mismo y promover actividades ilícitas como el «narcoterrorismo, la trata de personas, el asesinato y el secuestro». Basándose en estas acusaciones y en el supuesto robo de activos estadounidenses, Trump fundamentó la decisión de aplicar el bloqueo naval y la designación de terrorismo, medidas que buscan asfixiar económicamente al régimen de Nicolás Maduro.
En el mismo mensaje, el mandatario abordó el tema migratorio, asegurando que los «extranjeros ilegales y criminales» que ingresaron a territorio estadounidense durante lo que calificó como la «débil e inepta administración Biden», están siendo devueltos a Venezuela «a un ritmo rápido». Trump cerró su comunicado con una postura de defensa nacional, sentenciando que Estados Unidos «no permitirá que criminales, terroristas u otros países roben, amenacen o dañen a nuestra nación», e insistió en que la restitución de los activos petroleros y territoriales debe ocurrir «inmediatamente».
