Leopoldo Alejandro Betancourt López, uno de los “bolichicos”, fue detenido el sábado 20 de septiembre de 2025 en Londres y quedó horas después en libertad bajo fianza.
El empresario venezolano de la jet set quedó sorpresivamente bajo arresto por orden de un juzgado de España, por una acusación que se presume estaría relacionada con lavado de dinero, aunque se había librado de ser llevado ante la justicia, a pesar de los señalamientos en su contra en varios países.
Unos contratos jugosos en la gestión de Hugo Chávez
El “bolichico” amasó su fortuna muy joven a través de su empresa Derwick Associates de Venezuela S.A, mientras Venezuela atravesaba una emergencia eléctrica sin precedentes, logrando 12 contratos en menos de 14 meses para la construcción de plantas eléctricas en distintos estados del país, sin que su empresa mostrara trayectoria comprobada en la ejecución de obras civiles.
El beneplácito vino del gobierno del entonces presidente Hugo Chávez, quien pagó a la empresa USD 2.900 millones en sobreprecios de acuerdo a cálculos de nuestra organización.
El ascenso del empresario venezolano tiene raíz en su cercanía con Javier Andrés Alvarado Pardi, hijo del expresidente de la Electricidad de Caracas, Javier Alvarado Ochoa, también investigado por corrupción en Estados Unidos, España, Andorra, Portugal y Venezuela. Por su “suerte” en los negocios, Alejandro Betancourt, como se le conoce, junto a Pedro Trebbau López y Francisco Convit Guruceaga, recientemente fugado de Venezuela, fueron conocidos luego como “los Bolichicos”.
Sin pisar la cárcel
Por este caso, Venezuela abrió una investigación judicial que cerró en 2015 porque un tribunal de control del Área Metropolitana de Caracas, a cargo de la jueza Romy Rojas, consideró que no había pruebas que demostraran alguna irregularidad en las contrataciones.
En 2017, el fiscal general nombrado por la extinta Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, aseguró que Betancourt López formaba parte del grupo de empresarios acusados de poner sobreprecios en contratos con Pdvsa. En agosto el 2022, el entonces ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, hoy detenido por su presunta vinculación en la trama Pdvsa-Cripto, señaló a Betancourt López como uno de los receptores del dinero que transfirieron los corredores financieros y hermanos Luis Alfonso e Ignacio Enrique Oberto Anselmi en un esquema de corrupción en el que participaron altos exfuncionarios y que comprometió USD 4.850 millones de PDVSA.
En Estados Unidos Betancourt López está identificado como conspirador en el esquema Money Flight, que asciende a USD 1.200 millones desfalcados a Pdvsa y por el cual un grupo de exfuncionarios venezolanos y empresarios ha sido condenado.
En España, el empresario ha comprado propiedades lujosas, incluyendo un castillo, producto del dinero ilícito obtenido tras las contrataciones con el Estado venezolano, pero aún las autoridades españolas no lo habían acusado formalmente.
Venezuela siguió siendo su paraíso para invertir
Leopoldo Alejandro Betancourt López no solo no ha sido imputado en Venezuela por corrupción, sino que tuvo carta abierta para comercializar petróleo.
A través de North American Blue Energy Partners (Nabep)-creada en Venezuela específicamente para este fin-, y del empresario estadounidense Harry Sargeant III, es parte de un acuerdo confidencial de venta de crudo firmado con Pdvsa, en abril de 2024.
Estuvo varios años explotando y comercializando pozos petroleros en el Zulia, a través de la empresa Gazprombank Latin America Ventures BV, que surgió a su vez de la sociedad entre Gazprombank Global Resources y Derwick Oil and Gas Corporation.
Una red de 42 empresas
Este “bolichico” está vinculado con 42 empresas dedicadas a la prestación de servicios financieros, compra y venta de petróleo y la construcción de obras civiles, sobre todo en el ámbito energético.
Sus empresas se distribuyen en los siguientes países: Venezuela (7), Barbados (6), Luxemburgo (5), Estados Unidos (4), España (4), Brasil (4), México (2), Panamá (2), Reino Unido (1), Australia (1), Bélgica (1), Colombia (1), Francia (1), Hong Kong (1), Países Bajos (1), Portugal (1). La mayor parte fue creada entre 2009 y 2018.
Al menos 14 del total de empresas se encuentran activas: Derwick Associates de Venezuela, S.A., Derwick Associates Corporation (Ven y Barb), B.G.B. Energy, C.A. (Ven), Inversiones Ameritile C.A. (Ven), Maruria Holdings, S.R.L. De C.V. (Mex), Gazprombank Latin America Ventures BV (Hol), Hawkers Group SL (Esp), Saldum Ventures, S.L. (Bra), Saldum Australia PTY LTD (Aus), Play Hawkers Hong Kong Limited (Hong Kong), Play Hawkers S.L. (Fran y Bel) y North American Blue Energy Partners (Ven).
Desde finales de 2012, Betancourt López no crea sociedades en Venezuela. Para ese momento, ya tenía empresas en Panamá, Estados Unidos, España y Barbados. Entre 2015 y 2018, se sumaron Luxemburgo, Brasil, Australia, Hong Kong, Francia y Bélgica.
Demandas interpuestas contra Derwick Associates y sus socios en Estados Unidos
Betancourt López y Trebbau López figuran en dos demandas introducidas en cortes de Nueva York. La primera la interpuso el exembajador de Venezuela en Estados Unidos (1986-1989) y abogado, Otto Reich, señalándolos de cometer corrupción, sobornos, fraude electrónico y difamación. En su alegato, señaló que, tras ofrecer los sobornos a los funcionarios venezolanos por contratos en el ámbito eléctrico, Betancourt López transfería el dinero a cuentas bancarias en Nueva York, por lo que estaba involucrando el sistema financiero de Estados Unidos. Sin embargo, el juez de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Paul Oetken, desestimó la demanda por considerar que los empresarios no tenían residencia permanente en esa ciudad. Aunque el demandante apeló la decisión, un juez absolvió a los empresarios en marzo de 2017.
La segunda demanda fue introducida por el director ejecutivo y fundador de Human Rights Foundation (HRF), Thor Halvorssen Mendoza, en marzo de 2014, también ante un tribunal de Nueva York. De acuerdo con los registros de Transparencia Venezuela, el defensor de DD.HH. alegó que los sobreprecios en las contrataciones eran de hasta 400%. La demanda fue desestimada por competencia jurisdiccional.
En 2015, el Departamento de Justicia de Estados Unidos pidió a Suiza cooperación para investigar a Derwick Associates Corporation (EE.UU.) por el supuesto uso de cuentas bancarias en ese país para lavar dinero proveniente de actos de corrupción en Venezuela, según una publicación de Armando.info.
Una solicitud similar envió el entonces fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Preet Bharara, a 18 bancos suizos para conocer las transacciones de los empresarios, y si estas violaban la Ley Bancaria de Nueva York y la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero. Entre los hallazgos está el uso de Sal Oppenheim jr. & Cie (Schweiz) AG, una filial suiza del banco privado alemán Sal. Oppehnheim. La sucursal se especializaba en gestión de activos para clientes privados de alto patrimonio. Justo en 2009, mientras Derwick amasaba su fortuna con contratos venezolanos, la entidad suiza pasó a manos del Deutsche Bank.
Según Halvorssen Mendoza, la red de corrupción de los “bolichicos” no solo alcanzó al sistema financiero estadounidense y suizo, sino también al de Canadá, luego de que Derwick comprara acciones de Pacific Exploration & Production, con sede en Toronto.
A esta lista de países a la que ingresó dinero ilícito, según la información que recibió el Departamento del Tesoro de EE.UU., se sumó Costa Rica, Panamá, Mónaco, Curazao y Hong Kong.
Las investigaciones en España que han rozado al empresario Leopoldo Alejandro Betancourt López
En mayo de 2018, medios de comunicación informaron que la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) abrió una investigación sobre presunto blanqueo de capitales relacionado con la adquisición de inmuebles y movimientos financieros vinculados con Betancourt López. La información señalaba la existencia de un expediente en curso, aunque en ese momento no trascendieron autos de imputación formal. El empresario negó haber recibido notificación judicial.
Tres años después, se conoció que EE.UU. y España estaban tras la pista de transacciones que involucraron estructuras y empresas en España y Luxemburgo. Sin embargo, sobre el empresario no pesa alguna acusación formal.