
Las sociedades con sus instituciones que las conforman, por más que pretendan tener ese engaño igualitario de ser aplanadas y sin niveles jerárquicos, la experiencia ha demostrado que tal aspiracion más que utópica es imposible y su resultado siempre ha conducido a la anarquía, desorden y entropia generalizada.
La verticalidad siempre ha sido y es necesario para afianzar niveles en los roles de ejercer funciones de dirección. La igualdad se restringe únicamente a las oportunidades y al derecho. La ley regula ese derecho y debe otorgar garantías; pero no regala aptitudes y es allí donde la desigualdad se hace notoria e indispensable.
En este sentido, la mejor solución avanzada por los estudiosos de la conducta humana es la imposición de reglas y condiciones para escalar niveles jerárquicos dentro de instituciones públicas y privadas mediante la evaluación del mérito y utilización del «Escalafón».como logro. Desde ese momento la respuesta de la mediocridad ha sido buscar la forma de hacerle fraude y de combatirlo.
Para no extenderme en definiciones, el célebre autor y experto en gestión gerencial, Peter Drucker, nos da una idea generalizada cuando afirmó que el escalafón es una estructura de rango o jerarquía que se basa en la clasificación de posiciones o roles dentro de una organización y en tal definición coinciden en su totalidad la gran mayoría de expertos de los últimos siglos.
En este sentido, desde la llegada al poder político en Venezuela de la «involucion bolivariana», el ataque al concepto mérito y el consecuente escalafón, ha sido generalizado a todos los niveles e instituciones que por leyes especiales, reglamentos e instructivos regulaban sus mecanismos. En este momento han sido aplanadas por la involucion.
Viejos y nuevos neologismos como justicia social, protagonismo, poder popular, empoderamiento del soberano, bonos en lugar de salario, etc, son utilizados como distracción mientras se ha legislado y se sigue haciendo contra la racionalidad nivelando hacia abajo a toda la sociedad.
El mérito se ataca desde todas direcciones y los escalafones se han aplanado
Es un tema complejo y con muchas variables y para delimitar este escrito tengo que citar el unico artículo constitucional donde aparece escrita la palabra ESCALAFÓN. No debe causar ninguna sorpresa que sea dedicado a la Fuerza Armada. ( Cito)
«Artículo 331. Los ascensos militares se obtienen por mérito, ESCALAFÓN y plaza vacante. Son competencia exclusiva de la Fuerza Armada Nacional y estarán regulados por la ley respectiva». (Fin de la cita)
A propósito del citado artículo, lo que siempre me ha sorprendido de los efímeros espacios noticiosos sobre ascensos militares que la involución Bolivariana madurista sacó de la rutina exclusiva de los meses de julio de cada año; es lo superficial del tratamiento que los pretendidos expertos, incluyendo militares, le continúan dando al tema.
Eso siempre ha sido así y tampoco extraña que cada vez más, se evidencie simpleza y hasta torpeza en el tratamiento noticioso.
En 26 años de aprobada la Constitución, no recuerdo a ningún periodista o experto en tratar los ascensos militares a partir del mandato aquí citado y eso llama la atención
Estoy convencido que las críticas a Maduro sobre su actuación para eliminar a la fuerza armada, deben tener mayor consistencia desde la propia constitución y a partir de una racionalidad poco aplicada a esta dura realidad.
Los principios de Mérito, Escalafón y Plaza Vacante ya señalados tienen un sentido racional pero son ignorados por toda una sociedad; tanto chavistas que lo evitan; como opositores que no los mencionan. Pareciera que existe un temor reverencial al escalafón, ese que refleja mérito, diferencia y niveles.
Esos principios parecieran no existir lo que me genera mucha duda sobre el imperio individual de aquel comunista que todos llevamos por dentro, ese que le teme a evaluaciones diferenciadoras de aptitudes y por consiguiente a un escalafón público y transparente.
En el año 2014, cuando el Ministerio de la Defensa era ocupada por la Almirante Carmen Meléndez, está señora se le ocurrió la brillante idea de ascender al grado de Capitán a Diosdado Cabello quien en ese momento era diputado y presidente de la Asamblea Nacional.
En ese entonces tuve oportunidad de ser entrevistado en varios medios impresos y audiovisuales para dar mi opinión sobre ese irregular hecho.
La respuesta estaba en la propia constitución y resultaba inexplicable que tan contundente argumento no fuera utilizada por la mayoría de los opinadores de oficio negados a relacionar los hechos con el texto constitucional.
En todas esas entrevistas citaba el ya transcrito artículo 331 y solo se debía relacionar su contenido con los artículos 328 y en especial el 330 que aquí cito:
«Artículo 330. Los o las integrantes de la Fuerza Armada Nacional en situación de actividad tienen derecho al sufragio de conformidad con la ley, SIN QUE LES ESTÉ PERMITIDO optar a cargo de elección popular, ni participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político «(Fin de la cita)
El reciente ascenso al grado de general que hizo Maduro a tres oficiales egresados en los años 1974, ( Teniente Coronel Francisco Arias Cardenas, 1977 ( Teniente Coronel Wilman Castro Soteldo) y 1983( Capitán Francisco Ameliach Orta), originó otro efímero momento donde la opinión pública y los expertos «militarologos» vuelven a expresar sus opiniones en materia de ascensos militares
En el 2014, Diosdado Cabello era diputado a la Asamblea Nacional , elegido por el voto popular, en la lista del partido PSUV, botado de la Fuerza Armada en 1992 con el grado militar de Teniente, pero no podía ser ascendido al grado inmediato superior.
Tenía que pertenecer como activo en la Fuerza Armada, ocupar por MÉRITO evaluado un sitio de privilegio en el ESCALAFÓN de los tenientes y tener un destino dentro de la Fuerza Armada para poder ocupar una PLAZA VACANTE . El hecho de ser diputado en ejercicio y dirigente de un partido político hizo más aberrante el hecho.
En el caso que hoy nos ocupa y más allá de las edades, es necesario recordar que al igual que Diosdado, estos también fueron separados de la Fuerza Armada en 1992. Los nuevos generales chavistas son militantes activos del partido de Gobierno, fueron gobernadores de diferentes estados, y en el caso de Arias Cardenas fue electo diputado para el periodo del 2026.
No hay que hacer esfuerzo intelectual para señalar de grotescas las violaciones y señalarlas son tapujos. Debo insistir que en los Artículos 328, 330 y 331 como un todo integrado está la respuesta y el argumento más serio sobre el hecho. Es solo cuestión de leer y comprender.
Cada vez que Maduro o sus secuaces mencionan algún artículo constitucional como argumento para cualquier manipulación de turno, en forma simultanea están violentando por lo menos otros diez artículos de los 350 que la conforman. La critica juiciosa debe desmontar sus falacias desde la propia constitución que a cada momento levanta. Sus violaciones deben ser denunciadas constantemente
Está no es una afirmación baladí y lo sostengo sin tomar en consideración que los principios fundamentales de esa constitución en su mayoría han sido desaplicados por vía legal.
Desaparecer el mérito en la Fuerza Armada no fue trabajo de un día y era necesario para eliminar cualquier legitimo ESCALAFÓN producto de verdaderas aptitudes morales, físicas profesionales e intelectuales.
En estas condiciones de mediocridad generalizada ascender a granel a generales les garantiza que entre ellos mismo detecten al diferente para salir de él sin mucho problema. La «operación Sapeo» inculcada como lealtad se inicia desde las academias y esa innoble actuación se considera mérito
Que el 90 porciento de promociones alcancen el grado de general es inequívoca señal de la nivelación hacia abajo. La pantalla del grado como requisito se amplió para tener generales sustitutos «leales» a mano y al momento
Controlar a los militares era prioridad para poder voltear las armas de la nación hacia la sociedad. Con la falacia del garrote como argumento se terminaban de destruir las demás instituciones con énfasis en la educación y el escalafon docente.
Por todo lo anterior y al compás de los tambores de guerra que se escuchan desde el Mar Caribe, también retumba en Venezuela este verso de un viejo tango escrito y cantado en Argentina en 1934.
«No hay aplazaos ni escalafón
Los inmorales nos han igualao
Si uno vive en la impostura
Y otro roba en su ambición
Da lo mismo que sea cura
Colchonero, rey de bastos
Caradura o polizón»( Verso del tango cambalache, Buenos Aires 1934)
Caracas 28 de Septiembre del 2025
Coronel Angel Alberto Bellorin