
Un veterano de Alaska podría perder su avión de 95.000 dólares por transportar un paquete de seis cervezas a una comunidad donde el alcohol está prohibido. Ahora, Kenneth Jouppi, piloto de 82 años y exmiembro de la Fuerza Aérea, que pretende llevar su disputa legal a la Corte Suprema de Estados Unidos.
Por Clarín
El incidente ocurrió en abril de 2012, cuando Jouppi se preparaba para volar desde Fairbanks a Beaver, una aldea remota, transportando a una persona con cerveza a bordo. Los agentes estatales intervinieron antes del despegue y encontraron el six-pack. Jouppi fue declarado culpable y el hecho dio pie a una disputa legal que aún no termina.
Más de una década después, la Corte Suprema de Estados Unidos podría decidir si el valor del avión convierte la sanción en una multa excesiva. El caso podría sentar un precedente nacional sobre la incautación de propiedad vinculada a delitos, las multas excesivas y la octava enmienda de la constitución.
El avión de Ken Jouppi y el decomiso por seis cervezas
Aquel día de 2012, Ken Jouppi estaba cargando gasolina en su Cessna en Fairbanks cuando los agentes estatales encontraron cerveza en el equipaje de su pasajera.
Para el piloto, aquel “iba a ser un buen día”, pero la intervención de las fuerzas del orden terminó con su declaración de culpabilidad por transportar alcohol a sabiendas a una comunidad donde está prohibido, según informó el New York Times. Por ese delito menor, recibió tres días de cárcel y una multa de 1.500 dólares.
La historia podría haber terminado allí, pero se convirtió en una disputa legal que sigue activa hoy por otro pedido de los fiscales: la confiscación del avión. Según sus argumentos, Jouppi lo había utilizado para cometer el delito. El veterano llevó el caso ante la Corte Suprema de Alaska, que dio la razón de forma unánime a los fiscales.
El juez Jude Pate escribió que Jouppi había transportado a sabiendas un paquete de seis botellas de alcohol a plena vista mientras ejercía su profesión como operador de una compañía de taxis aéreos y piloto del avión, señalando que la confiscación no era desproporcionada. El piloto dijo a The New York Times que vio las latas que llevaba su pasajera, pero no identificó que fuesen de cerveza.
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