
El sodio es un elemento esencial para el organismo, pero el exceso de sal en las comidas se ha convertido en uno de los principales enemigos de la salud cardiovascular. En España, se calcula que 10 millones de personas padecen hipertensión arterial, una condición que no presenta síntomas pero es muy peligrosa, pues multiplica el riesgo de infartos, ictus y otros problemas graves.
Por La Razón
Durante décadas, los tratamientos para la presión arterial alta se han centrado en los vasos sanguíneos y los riñones (que eliminan los desechos de la sangre), bajo la premisa de que allí es donde tiene lugar la enfermedad. Sin embargo, un hallazgo reciente cambia el enfoque: ¿y si la hipertensión arterial se origina en el cerebro?
Hasta ahora, este órgano ha sido un territorio prácticamente inexplorado en la lucha contra la tensión alta. Pero un nuevo estudio de la Universidad McGill (Canadá) ha descubierto que el consumo excesivo de sal no solo daña las arterias, como se pensaba, sino que también puede inflamar el cerebro y hacer que éste «active» la hipertensión. El hallazgo, publicado en la revistaNeuron, cuestiona décadas de creencias médicas.
«Se trata de una nueva prueba de que la hipertensión arterial puede tener su origen en el cerebro, pero lo importante no es solo eso. Nuestro estudio abre la puerta al desarrollo de tratamientos para la presión arterial que actúen sobre el cerebro», afirma Masha Prager-Khoutorsky, autora del estudio.
La hipertensión, una amenaza global
La hipertensión arterial contribuye a unos 10 millones de muertes al año en todo el mundo. Al ser una enfermedad que muchas veces no cursa síntomas, se la conoce como un «asesino silencioso». Su impacto es enorme: aumenta el riesgo de infartos, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones graves.
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