La reciente consolidación del caso en la Corte del Distrito Sur de Nueva York ha dejado al descubierto lo que durante años el pueblo venezolano ha sufrido y el chavismo ha negado: la existencia de una estructura criminal enquistada en el poder, conocida como el Cartel de los Soles, dirigida por Nicolás Maduro y su círculo más cercano.
Una red criminal, no un gobierno legítimo
Las evidencias presentadas testimonios, confesiones y documentos oficiales muestran que Maduro, Diosdado Cabello, Hugo Carvajal, Tareck El Aissami, Cliver Alcalá y otros jerarcas del régimen no son “líderes patriotas”, sino narcotraficantes y conspiradores del narcoterrorismo internacional. Durante más de dos décadas, utilizaron a las FARC como aliados estratégicos para inundar de cocaína a Estados Unidos y enriquecerse a costa del sufrimiento del pueblo venezolano.
Ya no son simples acusaciones: Hugo “El Pollo” Carvajal se declaró culpable en 2025 de todos los cargos de narcoterrorismo. Cliver Alcalá admitió haber suministrado armas a las FARC. Estos testimonios destruyen la mentira oficial de que el Cartel de los Soles es una invención. Es una realidad, y está documentada ante la justicia estadounidense.
Corrupción disfrazada de patriotismo
El régimen se ha dedicado a manipular a las Fuerzas Armadas con discursos patrioteros vacíos. Usan consignas como “Patria o Muerte” para cubrir la verdad: que han vendido la soberanía venezolana a cambio de dinero sucio. Mientras hablan de defender la independencia nacional, usan puertos, aeropuertos y pistas clandestinas para el envío de toneladas de droga. Mientras acusan a otros de “imperialistas”, ellos mismos entregaron recursos de PDVSA a las FARC para financiar actividades terroristas.
¿Es eso patriotismo? No. Es traición a la patria en su más pura definición.
Los militares no deben arriesgar su vida por delincuentes
Cada soldado venezolano debe preguntarse: ¿vale la pena arriesgar la vida para proteger a quienes están acusados de narcotráfico, terrorismo y lavado de dinero? ¿Vale la pena manchar el uniforme y la dignidad de las Fuerzas Armadas defendiendo a unos capos internacionales?
La respuesta es clara: no.
El mundo ya sabe quiénes son Maduro y sus cómplices. Ya no hay disfraz posible. Defenderlos es ponerse del lado de criminales que tarde o temprano enfrentarán la justicia.
El camino de la verdadera lealtad
La lealtad de un militar no se debe a un hombre, ni a un partido, ni a un cartel. La lealtad se debe a la Constitución, al pueblo y a la soberanía de Venezuela. Defender a Maduro no es defender la patria, es proteger a un cartel narcoterrorista.
Hoy, más que nunca, los militares venezolanos deben recordar su juramento: proteger a la nación, no a los traidores que la han saqueado.
Los Estados Unidos han desenmascarado a Nicolás Maduro y a sus cómplices como jefes de un cartel de narcoterrorismo internacional. Ya no hay espacio para la duda. Quien decida seguir defendiendo a esta mafia no estará defendiendo a Venezuela, sino a delincuentes que usan el uniforme de la patria como escudo.
La hora de la verdad ha llegado: es momento de ponerse del lado del pueblo y no de los criminales.
Dr Alfonzo Bolívar