El Dr. Miguel Méndez Fabbiani es un destacado relator Internacional de derechos humanos con más de 26 años de trayectoria prestigiosa en la lucha de liberación que se brega en su país de origen, Venezuela.
Este joven activista Venezolano que se rebeló en aquella insurrección cívico militar de aquel 11 de abril de 2002, también participó valerosamente en todas las luchas de la resistencia civil estudiantil desde 1999.
Méndez Fabbiani que no dudo un segundo en denunciar al mismísimo Hugo Chávez Frías ante La Corte Penal Internacional en 2011 y fue desaparecido días en un sonado secuestro mediático por ello.
Este venezolano de bien ha sido afectado personalmente por violentos allanamientos de su residencia de habitación, ha sufrido impávido múltiples amenazas de muerte por parte de la DGICIM, sobrevivió a un atentado mortal del Tren de Aragua, ha padecido varías detenciones arbitrarias e innumerables tratamientos inhumanos degradantes; durante dos décadas y media de labor interrumpida, que fueron ejecutados con demostrable ensañamiento por los violentos cuerpos represivos del régimen narco-terrorista.
Miguel Méndez Fabbiani director del Centro Internacional de Derechos Humanos, Justicia y Libertad, declaró a viva voz en rueda de prensa a los medios internacionales congregados lo siguiente:
“El narco-terrorismo de estado ha sido una doctrina político-militar sistemática, aplicada con toda alevosía y premeditación por la cúpula del régimen castro-chavista contra todo el pueblo venezolano.
Venezuela tiene 26 años bajo un sigiloso ataque híbrido del polo maligno global que coordina el accionar imperceptible de las dictaduras mundiales enemigas de occidente.
Nuestra ciudadanía inocente ha sido víctima desprevenida de un esquema subrepticio de guerra narco comunista solapada bajo la cobertura política de una supuesta revolución socialista local.
Hugo Chávez Frías no fue más que un soez «regala patria» resentido, un orate medicado psicótico, un irrecuperable neomarxista y finalmente terminó siendo un genocida de su propio pueblo, que se postró de hinojos ante el voraz régimen expansionista de Cuba.
Raúl Castro Ruz es quién personalmente domina en Venezuela, y todo lo hace y lo puede (por ahora) en nuestro país a través de un vulgar títere dócil, un Frankenstein obediente que reclutado a finales de los 70 tas, sirve hoy como agente extranjero que obedece a pie juntillas todos y cada uno de los designios apocalípticos que le impone La Habana.
El castrismo ejecuta acciones tácticas encubiertas que persiguen en última instancia destruir a la gran nación de Bolívar.”
Este singular defensor derechos humanos venezolano, que ha desafiado sin pausa a la narcotirania castro comunista, señaló a la prensa congregada que Cuba, Rusia, China e Irán pretenden subyugar al país caribeño hasta su total ruina inducida:
“El eje del mal de Cuba, Rusia, China e Irán se ha enseñoreado en nuestra Venezuela. Estas naciones forajidas dominan totalmente hoy nuestro territorio y ejercen efectivo tutelaje soberano inconstitucional sobre el impresentable régimen marioneta de Nicolás Maduro Moros.
Narcoregimen que se arrodilló sin ningúna justificación histórica a estas potencias militares enemigas de nuestro país y de nuestro noble pueblo.
Esta moderna alianza diabólica de estados fallidos tiene como misión estratégica mantener arruinada, hambreada y sometida a nuestra sufrida Venezuela, con la exclusiva finalidad de utilizarla como plataforma global de terrorismo islámico y el narcotráfico multinacional.”
Finalmente, el audaz líder humanitario, que sufre un prolongado exilio injusto, denunció a la élite mafiosa que secuestró a su país con serisimas afirmaciones probadas que pocos compatriotas suyos se atreven a expresar:
“Venezuela será efectivamente liberada del narco-terrorismo que la mantiene prisionera.
El terrorismo islámico, el comunismo woke y el narcotráfico transcontinental serán totalmente erradicados de nuestro territorio nacional soberano.
Los venezolanos no debemos tener ningún miedo a exigir nuestra legítima liberación nacional por cualquier medio posible.
Una operación militar internacional de rescate debe ser requerida con lógica insistencia e incluso exigida por nuestros líderes políticos y militares.”
