Los últimos momentos de Maduro, por Omar González Moreno
22 Sep 2025, 12:18 3 minutos de lectura

Los últimos momentos de Maduro, por Omar González Moreno

DESTACADA Por Opinion

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Aquí nadie puede suponer que el despliegue de efectivos militares de los Estados Unidos, la movilización de barcos de guerra, aviones de combate y hasta un submarino nuclear se realizará sin consecuencias para los traficantes de drogas.

Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó que el Ejército realizó un nuevo ataque cinético contra la organización terrorista.

Una vez más, los norteamericanos han propinado un duro golpe a los traficantes de estupefacientes que operan en el Mar Caribe, vinculados al Cartel de Los Soles, que es el brazo económico del narcoestado venezolano.

Nadie puede creer que la presión de Estados Unidos sea un simple bluff o una mera intimidación, pues la verdad está frente a nuestros ojos. La realidad se encuentra flotando en las aguas del Caribe.

Es más que evidente que la actual administración de la Casa Blanca no cederá, por más lobby que contrate Miraflores, ni por más envíos de poca monta, como el caso del inoportuno personaje español José Luis Rodríguez Zapatero.

La realidad es que Nicolás Maduro está atrapado y solo podrá salir si abandona el Palacio de Miraflores y permite que el legítimo presidente de nuestro país, Edmundo González Urrutia, tome posesión de la Presidencia de la República.

Esas farsas que montan en La Orchila y en algunas ciudades, con una movilización militar de la precaria fuerza armada que da pena, son espasmos de un régimen agonizante.

Además, cada día muchos oficiales venezolanos deciden desertar porque no están dispuestos a arriesgar sus vidas por proteger a una banda de delincuentes que han formado un cartel de narcotráfico.

Oficiales de la Armada Nacional, de la Aviación Militar, del Ejército venezolano y de la Guardia Nacional están dando un paso al lado, dejando en soledad a los cómplices del Alto Mando Militar y a los jerarcas del PSUV.

Los militares venezolanos tienen claro que no actuarán contra el pueblo organizado para poner fin a la narco-tiranía de Maduro y sus bandas, mucho menos si hay un apoyo internacional liderado por Estados Unidos.

Saben que la operación de presión no es una violación de la soberanía nacional, sino una acción para capturar a delincuentes de talla internacional y acabar con las operaciones de un grupo de terroristas que utilizan las drogas como arma.

Es el momento de que todos los entes internacionales, todos los países del mundo y los sectores decentes de la humanidad pongan fin al régimen de Maduro, que representa la materialización del sueño del colombiano Pablo Escobar: un país controlado políticamente por narcotraficantes.

Justamente, a esa estructura hay que derribar.

Así de sencillo.

Sin más que añadir, nos leemos la próxima semana.

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