
Es innegable que la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta cotidiana para resolver dudas rápidas, desde cómo organizar un viaje hasta qué alimentos conviene incluir en la dieta. Sin embargo, no siempre es seguro seguir sus recomendaciones al pie de la letra.
Por: La Opinión
Así lo demuestra el caso de un hombre británico, de 60 años, quien terminó desarrollando bromismo, una enfermedad poco común, después de consultar a ChatGPT cómo reducir el consumo de sal en sus comidas.
El paciente, preocupado por su salud, pidió a la IA una alternativa a la sal común, con el objetivo de reducir el consumo de sodio. La respuesta fue sorprendente: bromuro de sodio, un compuesto químico que dejó de usarse en la cocina hace más de 35 años y que es perjudicial para el organismo, de acuerdo con la revista Annals Of Internal Medicine.
Actualmente, el bromuro solo se emplea en el mantenimiento de piscinas. Pese a tratarse de una sustancia tóxica, el hombre confió en la recomendación y la consumió de manera constante durante tres meses.
Con el tiempo, comenzó a sufrir síntomas como fatiga, insomnio, acné, sed excesiva y problemas de coordinación motora. También su estado mental se deterioró: desarrolló episodios de paranoia que obligaron a ingresarlo en un centro psiquiátrico.
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