
El auge de las redes sociales como principal canal para la propagación de estafas digitales ha desplazado al correo electrónico, que hasta hace poco era el medio predilecto de los ciberdelincuentes.
Por infobae.com
Esta tendencia, que sitúa a plataformas como WhatsApp, Instagram y TikTok en el centro de las actividades fraudulentas, se desprende del Informe sobre Ciberseguridad del Consumidor 2025 elaborado por la firma de ciberseguridad Bitdefender, tras encuestar a siete mil personas en todo el mundo.
El estudio revela que el 34% de los casos de estafa se producen a través de redes sociales, superando al correo electrónico, que representa el 28% de los incidentes, una diferencia de seis puntos porcentuales.
Otros canales empleados por los estafadores incluyen las llamadas telefónicas (25%), los mensajes SMS (24%) y los anuncios en línea (21%). Esta diversificación de métodos pone de manifiesto la capacidad de adaptación de los ciberdelincuentes y la vulnerabilidad de los usuarios ante nuevas formas de engaño.
Qué grupo generacional tiene mayor probabilidad de caer en una estafa
La investigación identifica una marcada brecha generacional en la exposición a las estafas. Las personas de entre veinticinco y treinta y cuatro años tienen más del doble de probabilidades de ser víctimas de fraudes en redes sociales que quienes superan los cincuenta y cinco años, con un 43% frente a un 20%.
El impacto económico de estas estafas es alto. El informe indica que el 14% de los encuestados a nivel global reconoce haber sido víctima de una estafa en el último año, mientras que un 4% adicional no puede asegurarlo. La pérdida media por estafa asciende a 545 dólares, y el total reportado por los participantes supera los 534.000 dólares.
Por países, los usuarios de Estados Unidos encabezan la lista de afectados (17%), seguidos por los de Reino Unido y Australia (ambos con 16%). Francia presenta la menor incidencia (11%), mientras que España se sitúa en la media global, con un 14% de consumidores que han sido engañados en línea.
De qué forma la inteligencia artificial impacta en la ciberseguridad
El informe destaca el papel ambivalente de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito de la ciberseguridad. Aunque esta tecnología permite desarrollar sistemas de protección más avanzados, también es utilizada por actores maliciosos para crear fraudes más sofisticados y manipular información pública.
Las estafas basadas en IA, como los deepfakes, generan inquietud en el 39% de los consumidores, superando la preocupación por la pérdida de empleo por la automatización (30%) y la desinformación (29%).
En el caso de España, la desinformación provocada por la IA se percibe como la segunda mayor amenaza, solo por detrás de las estafas. Por grupos de edad, el 46% de los mayores de cincuenta y cinco años manifiesta inquietud por los fraudes con IA, frente al 34% de los millennials.
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