
Esther Cunio espera reencontrarse con sus nietos Ariel y David Cunio, los rehenes argentinos liberados de Gaza tras 738 días de cautiverio. La familia Cunio, de origen argentino y residente en Israel desde los años 80, atravesó uno de los episodios más dramáticos tras el ataque de Hamas al kibutz Nir Oz, en el sur de Israel, el 7 de octubre de 2023. En el brutal ataque, ocho miembros de la familia fueron secuestrados y, con la liberación de los hermanos Cunio, se cierra el terrible ciclo.
Por Infobae
Esther, de 93 años, relató en una conversación organizada por la ONG Fuente Latina cómo se imagina ese reencuentro que ahora, finalmente, está por llegar. “¿Qué les vas a decir a David y a Ariel cuando los veas?”, le preguntaron. Su respuesta fue inmediata: “Que los adoro, ¿qué le voy a decir? Otra palabra no puedo decir. Los adoro y los extrañaba”.
La abuela, que siempre destacó el cariño y la dedicación de sus nietos, recordó cómo la cuidaban y se ocupaban de ella en los pequeños detalles cotidianos, desde hacerle las compras hasta arreglarle la casa. “Tengo cuatro nietos de oro y dos hijos. En mi vida pensé que me iban a cuidar tan bien”, expresó, emocionada.
La liberación de Ariel y David se produjo como parte del último grupo de 13 rehenes vivos entregados por Hamas. Con su regreso, el grupo armado ya no retiene secuestrados con vida en Gaza, aunque aún quedan cuerpos de víctimas por recuperar.
El secuestro de la familia Cunio ocurrió en la madrugada del ataque, cuando Silvia Cunio, madre de los hermanos, había reunido a 20 familiares en su casa. Las alarmas sonaron a las 6:30 y, poco después, los mensajes de alerta comenzaron a circular: “Están disparando contra la casa”, “están adentro”, “están rompiendo la puerta”. Silvia y su esposo resistieron durante siete horas en una habitación-refugio, mientras afuera los atacantes intentaban entrar y otras viviendas del kibutz eran incendiadas o destruidas.
La familia enfrentó decisiones extremas: permanecer encerrados y arriesgarse a morir por asfixia, o salir y exponerse a los atacantes. La comunicación se interrumpía y la incertidumbre crecía. Finalmente, ocho de los veinte presentes fueron secuestrados. Con el paso de los meses, algunos familiares lograron regresar en distintas tandas de liberación, pero Ariel y David permanecieron en Gaza hasta este último operativo.
Sergio Cunio, tío de los hermanos, describió la mezcla de alivio y alegría que sintió al conocer la noticia de la liberación: “Cuando me enteré que iban a salir todos, me puse contento por todos, por mis sobrinos y también por Luis y Silvia (los padres, que han llevado esta lucha dos años. Silvia realmente es una leona, la verdad, y la llevó adelante”.
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