Nos hace falta un discurso, pero más que escribirlo con pompa y fuegos artificiales, hay que ejercerlo, crearlo, compartirlo, recrearlo y reconocerlo en propuestas y planteamientos que ya a diario se oyen y leen en el clamor de redes, pueblo y organizaciones de lucha por este rescate del país.
Solo con el ánimo de aportar a ese proceso, colocamos aquí algunas ideas que nos brindan esas fuentes.
Es de primaria importancia la unidad. La responsabilidad compartida y la transformación integral del país para fortalecer los propósitos y avanzar hacia un futuro de prosperidad, libertad, democracia plena y justicia social.
Hay que destacar y alertar que todos estamos en un momento crucial de nuestra historia. Venezuela, con su rica herencia cultural, sus recursos y, sobre todo, el emblemático Bravo Pueblo que somos, enfrenta retos que exigen esfuerzo colectivo, compromiso inquebrantable y liderazgo compartido para transformar la adversidad en oportunidad.
El liderazgo se cumple no solo en la autoridad o el poder, sino en la capacidad de inspirar y guiar a cada persona hacia un cambio positivo. Esto significa:
Iniciativa personal y/o en equipo integridad, estoicismo y compromiso en las acciones y proyectos.
Escucha activa: Conocer y comprender necesidades y aspiraciones de la comunidad, atendiendo a la diversidad de voces en cada rincón de la nación.
Visión compartida: Construir juntos una visión común desde y para todos, sobre el futuro que deseamos, en el que se conjuguen el progreso económico, justicia social y respeto a la ley y a su derecho.
La Organización es el tercer elemento y debe estar sin demagogia al servicio del pueblo. Es imprescindible en este aspecto:
La Reestructuración institucional: Fortalecer instituciones democráticas, garantizando transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana en la toma de decisiones.
El Fomento de la cooperación: Fundar alianzas dinamizadoras de gobiernos, sector privado, organizaciones sociales y ciudadanos, promoviendo proyectos que impulsen el desarrollo integral.
La Gestión de recursos: Optimizar la distribución y el uso de nuestros recursos naturales y humanos, invirtiendo en educación, salud e infraestructura, pilares fundamentales para el bienestar y el crecimiento sostenible.
Reconstruir con esperanza y acción.
No se trata de un proceso que se logre de la noche a la mañana, sino de un camino de transformación progresiva en el que cada uno cumpla su rol.
Tenemos que
– Asumir y cumplir responsabilidades: Cada acción, suma al cambio que anhelamos. Involucrarse en proyectos con pertinencia y valor, participar activamente en la vida política y social, y ser agentes de cambio en nuestras empresas, emprendimientos, servicios públicos, barrios y ciudades.
– Promover justicia y la equidad: Es crucial erradicar la corrupción y la desigualdad, construyendo una Venezuela en la que cada ciudadano tenga acceso a las oportunidades, la educación y la salud de calidad.
– Cultivar la resiliencia con sinergia: Enfrentar los desafíos con optimismo, sabiendo que la adversidad es la semilla del cambio.
Nuestra historia está hoy más que nunca, signada y forjada por la capacidad de reinventarnos y superar las crisis, y hoy una vez más y para siempre debemos confiar y unirnos en nuestro potencial como nación. Somos tierra de gracia, esperanza, gloria y grandeza espiritual. Vamos palante y Vayaló!