Tras tres años y medio de cruenta guerra de Rusia contra Ucrania se demuestra que el segundo ejercito del mundo, ha sido incapaz de subyugar a una antigua ex república soviética que decidió plantarle cara y defender hasta las ultimas consecuencias su independencia y soberanía nacional, conducidos por la valiente gestión del presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
La situación de una economía rusa en tendencia a la recesión por los caprichos del tirano Vladimir Putin, no detiene su proyecto de expandir su imperio a las dimensiones de la extinta URSS o a los confines de la Rusia de los Romanov, aun cuando ya conoció un duro traspiés con la derrota sufrida en Afganistán, cuando invadió ese país bajo la excusa de protegerlo de los «invasores de Occidente», de acuerdo, a lo expresado textualmente por el gobierno de Moscú luego de ocurrida la invasión, agregando que ésta había sido solicitada por el gobierno afgano.
Luego de 10 años de conflicto bélico transcurrido entre diciembre de 1979 y febrero de 1989, el ejército soviético tras haber perdido alrededor de 15.000 soldados, mientras que otros 35.000 resultaron heridos, además, se calcula que entre 75.000 y 90.000 muyahidines murieron en el conflicto, y aproximadamente un millón de civiles afganos perdieron la vida. Finalmente, las facciones islámicas rebeldes ganaron la guerra y obligaron a la URSS a abandonar Afganistán en 1988-1989.
Como podemos observar el dictador ruso quien preside la Federación Rusa desde el año 2000 hasta el presente 2025, utilizó este argumento similar para invadir a Ucrania en febrero 2022, ante la pretensión legitima de este de ingresar a la UE y a la OTAN, siendo un país separado de la URSS desde agosto 1991 luego del derrumbe del sistema soviético.
La valiente actitud del pueblo ucraniano al contener la invasión rusa desde 2022 ha sido una advertencia presente para Europa sobre las intenciones del tirano Putin, de extender sus fronteras hasta Alemania, de allí el apoyo decidido de la Unión Europea, del Reino Unido y de los EEUU de impedir se cumplan las pretensiones del Kremlin.
Renovadas recientemente por Dmitri Medvédev expresidente ruso (2008-2012) y ahora vicepresidente del Consejo de Seguridad, quien siendo vocero predilecto y alter ego de Putin, permanentemente declara en su cuenta de Telegram anuncios llenos de provocaciones que rozan el insulto, señalando que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, fue catalogada como una «abuela histérica», en otra ocasión, acusó a Francia de ser nostálgica del régimen de Vichy, mientras que a los países bálticos los describió simplemente como «patéticos». Y todo esto en un solo mensaje, visto por más de tres millones de usuarios. Pronunciamientos grotescos contra Úrsula Von Der Leyen, quien es una dama que ha enaltecido a la Unión Europea.
En ese mismo tono ha resaltado que las ojivas nucleares rusas apuntan a las diferentes capitales de Occidente, Berlín, Londres entre otras, resaltando igualmente que Ucrania le pertenece a Rusia, no teniendo derecho a existir como país independiente, por tanto busca la victoria y la “destrucción” de Ucrania, no el compromiso.
En ese contexto se plantea el próximo viernes 15/08 la reunión entre el presidente Donald Trump y el dictador ruso Putin a realizarse en Alaska, la cual podría derivar en punto muerto si el presidente Zelenski es descartado de algún acuerdo de paz que involucre a Ucrania.
La realidad es que la guerra de Rusia contra Ucrania se ha empastelado para el Kremlin, no logra una victoria definitiva para justificar el casi millón de soldados rusos fallecidos y heridos en un conflicto artificial iniciado por caprichos imperiales, y al mismo tiempo es visto ante el mundo como el agresor y causante de la muerte de cientos de miles de soldados y civiles ucranianos que luchan por defender a su país de la agresión y del abuso de poder del Stalin del siglo XXI.
En otras latitudes el tirano venezolano Nicolas Maduro pone sus barbas en remojo, ante un eventual fracaso de su mentor ruso le impacte a su ilegitimo y descalificado régimen, cuya característica fundamental es ser un peón de la potencia rusa en América Latina.
Froilan Barrios Nieves Movimiento Laborista