
Amanda Teague, una mujer originaria de Irlanda del Norte, protagonizó una historia que combina duelo, espiritualidad y fenómenos paranormales. Todo comenzó alrededor de 2010, cuando sufrió la pérdida de su hijo a causa de muerte súbita infantil. Este dolor la llevó a buscar consuelo en prácticas espirituales y esotéricas, que incluyeron ritos celtas, la Wicca y la guía de chamanes locales. Fue en este contexto que conoció al espíritu de un pirata haitiano llamado Jack, quien, según sus relatos, habría vivido hace más de 300 años.
Por: La Nación
Durante los primeros años, Amanda describe que Jack se acercó de manera persistente a ella, “cortejándola” espiritualmente, hasta que finalmente decidió aceptarlo como pareja en 2016. Ese año, Amanda y el fantasma se “casaron” en una ceremonia chamánica realizada en alta mar, en la que un médium ofició como representante del difunto. La mujer asegura que el vínculo era profundo y espiritual, y que la unión se extendía “para todas las vidas y las muertes”, según sus propias palabras.
Durante varios años, Amanda mantuvo esta relación como una forma de amor que trascendía la vida y la muerte, y sentía la presencia constante del espectro en su día a día. Con el paso del tiempo, la situación comenzó a afectar su salud y bienestar. Amanda relató que se sentía cada vez más agotada y con la energía drenada, algo que confirmaron algunos de sus chamanes de confianza. Según ellos, Jack ejercía un control excesivo sobre ella y absorbía su fuerza vital. La relación también se tornó conflictiva, ya que el fantasma habría amenazado con suicidarse si Amanda lo abandonaba, además de asegurar que podría causar daño a sus hijos y a otras personas cercanas.
Frente a estas circunstancias, la mujer comprendió que debía separarse para recuperar su vida y proteger a su familia. A finales de 2019, recurrió a una especialista espiritual para realizar un “despojo”, un ritual diseñado para disminuir la influencia del espíritu sobre ella. Tras esta limpieza, las apariciones y la presencia constante de Jack disminuyeron notablemente, permitiéndole recuperar gradualmente su energía y bienestar emocional.
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