El capítulo secreto del presunto extravío de cocaína y pistolas en caso de infiltración de la seguridad de Petro
27 Sep 2025, 11:12 5 minutos de lectura

El capítulo secreto del presunto extravío de cocaína y pistolas en caso de infiltración de la seguridad de Petro

DESTACADA Por La Patilla

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La inspección del Ejército tenía conocimiento de la presencia de una falsa capitana (mujer de blanco) en la seguridad presidencial desde hace cuatro meses. En la foto, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez; el presidente Gustavo Petro y el sargento, Jesús David Rubiano. Foto: SEMANA

 

Uno de los capítulos no contados en el presunto espionaje a la seguridad presidencial de Gustavo Petro es el posible extravío de más de 270 kilos de cocaína y pistolas. Las autoridades colombianas actuaron luego de la denuncia de SEMANA.

La señora operaba y manipulaba de manera permanente el computador del S2, (agente de inteligencia)”, sin titubeos, fue la denuncia que recibió el polémico inspector del Ejército, el general Olveiro Pérez, el pasado 16 de mayo, por parte del sargento Jesús David Rubiano, quien había llegado al batallón de Fuerzas Especiales (Bafur No. 5), que forma parte de la seguridad del presidente Gustavo Petro.

En el escrito, el militar le exponía a su superior una serie de situaciones extrañas que se estaban presentando con una civil que ingresaba como ‘Pedro por su casa’ a unidades militares y que accedía a información de carácter ultrasecreto. De acuerdo con el relato del sargento Rubiano al general Pérez, desde diciembre de 2024, cuando asumió funciones en la unidad del Bafur No. 5, notó con extrañeza la presencia de una mujer, quien se presentó como Stefanny.

“Ella ingresaba a la oficina de mi mayor con plena y absoluta confianza, sin reparo alguno. También lo hacía en los alojamientos de los batallones”, le relató el sargento al Inspector General. Al mayor al que hizo referencia el sargento Rubiano fue a Pedro Nel Jiménez, comandante del Bafur.

La pareja sentimental de ‘Stefanny’ aseguró a SEMANA que ella era una informante y no una infiltrada, como lo afirmó la Fiscalía General de la Nación luego de capturarla. Foto: SUMINISTRADO A SEMANA

 

De acuerdo con la denuncia que estaba, al parecer, durmiendo en los sueños de los justos en la inspección General del Ejército, Stefanny, se presentaba como una capitana de la Policía del área de inteligencia, rótulo que le servía para moverse sin restricciones en la unidad militar que guarda los secretos de los movimientos de la seguridad presidencial y vicepresidencial. Uno de los episodios que más sorprendió a Rubiano fue cuando el mayor Jiménez le ordenó al capitán Elmer Danilo Carrillo, de inteligencia, que le entregara un computador de operaciones.

“Esto es una falta del mayor Jiménez. En este equipo se manejaba información de carácter diario y de cumplimiento de rutas, tanto del señor presidente como de su núcleo familiar, y de la señora vicepresidenta”, denunció Rubiano ante el inspector Pérez. Las dudas dentro del Bafur crecieron sobre el verdadero papel de Stefanny. Los militares se comenzaron a preguntar por qué una civil, que nunca estaba uniformada de Policía, tenía tanta libertad para conocer información privilegiada.

Al no recibir respuesta positiva por parte del Inspector del Ejército, el general Olveiro Pérez, quien tenía la misión de atender la denuncia, según dijo el sargento Rubiano, acudió a la contrainteligencia militar para poner en conocimiento lo que estaba sucediendo. La unidad que atendió al sargento Rubiano fue el Bacim 9, (Batallón de Contrainteligencia Militar), con la subteniente delegada Laura Merchán.

El sargento, Jesús David Rubiano, aseguró que teme por su vida luego de denunciar el caso de presunto espionaje. Foto: SUMINISTRADO A SEMANA

 

El encuentro entre los militares activos se dio dentro de las instalaciones de la cafetería del Soldado del Batallón Guardia Presidencial. A la reunión de carácter confidencial asistieron Rubiano, el capitán Elmer Danilo Carrillo, oficial de operaciones del Bafur No. 5; y la subteniente Merchán, quien les confirmó a los asistentes que ya venían trabajando sobre una civil que se encontraba en el Bafur No. 5, haciéndose pasar como oficial de inteligencia de la Policía Nacional.

Luego de la reunión con la oficial Merchán, Carrillo y Rubiano quedaron altamente preocupados y en alerta, pues sabían que en presencia de Stefanny se había tratado información secreta que podría considerarse de seguridad nacional.

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