
Nicolás Maduro ha celebrado este domingo su 63 cumpleaños a lo grande, como si fuera el último. Sus músicos ya habían compuesto días atrás un jingle con el estribillo «paz, paz, paz», que le sirvió para repetir sus torpes pasos de baile en competencia con los de Donald Trump. Sus propagandistas también han aprovechado para estrenar en el Teatro Principal de Caracas la película Nicolás, de Yare a Miraflores, una especie de biografía distorsionada para ensalzar sus atributos de dictador.
Por: El Mundo
«Estamos vacunados de espantos y sustos, tenemos la fortaleza de un legado. En el norte tratan de decir que hay un dictador, un régimen, lo repiten y es un refrito. [Lo que hay] es la fuerza huracanada de un pueblo que se ha hecho indestructible e invencible para estos tiempos y para los que vengan», sermoneó el presidente de facto de Venezuela.
El teatro de la paz de Maduro, mientras encarcela a niñas y abuelas para amedrentar a los disidentes, nada tiene que ver con lo que realmente sucede hoy en el país petrolero. Hasta los más escépticos sienten cómo el estado de tensión nacional ha aumentado a niveles insospechados: este lunes es la fecha elegida por el Departamento de Estado de EEUU para elevar la calificación del Cártel de los Soles a organización terrorista internacional. Un cambio fundamental para el plan de Washington, ya que esa denominación permite legalmente, en principio, llevar a cabo acciones militares en territorio venezolano contra la red de redes del narco chavista.
Dos escaladas paralelas que aprietan miedos y esperanzas por igual: los sobrevuelos de aviones de guerra estadounidenses, cada día más atrevidos y más cercanos a Caracas, y la represión chavista, dirigida contra dirigentes más o menos cercanos a María Corina Machado y contra familiares de militares rebeldes en el exilio.
Las suspensiones o reprogramaciones, en las últimas horas, de vuelos comerciales de al menos seis compañías, incluida la española Iberia, han confirmado que la amenaza estadounidense va en serio. Las fuerzas desplegadas en el Caribe sur, comandadas por el portaaviones más letal del mundo, el Gerald Ford, están listas para lanzar a partir de mañana lunes la segunda fase de operaciones, Lanza del Sur, confirmaron cuatro funcionarios estadounidenses a la agencia Reuters.
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