
Bogotá se convirtió por una noche en un rincón del Caribe venezolano gracias a Danny Ocean, que conquistó a más de 12.000 personas con un ‘sold out’ en el Movistar Arena.
El artista desplegó su romanticismo urbano y su espíritu playero en un espectáculo cargado de percusiones, palmeras, un sol encendido sobre el escenario y proyecciones de playas que envolvieron al público en una atmósfera tropical.
La velada arrancó con la presentación de la también venezolana Elena Rose, que salió al escenario con unas grandes alas de plumas blancas y fue recibida entre aplausos y banderas de Venezuela ondeando en las tribunas.
Interpretó su tema ‘Otro huevón’, en el que entonó la frase «Ay, como mi país, esto tiene que cambiar».
Conmovida, confesó entre lágrimas: «Me siento como si estuviera en Venezuela», con lo que marcó un inicio cargado de emoción y orgullo migrante.
Minutos después, el turno fue de Daniel Alejandro Morales, nombre real de Danny Ocean. El show comenzó con un golpe caribeño: ‘Imagínate’, su colaboración con el cantante colombiano Kapo, acompañada de percusiones en vivo, pirotecnia y proyecciones de palmeras que dieron la sensación de estar frente al mar.

A continuación y sin dejar de proyectar imágenes de playas, sonó ‘Mónaco’, cover del dúo LAGOS, para luego encender la euforia con ‘Volare’ y ‘Amor’, mientras un gran sol naranja en lo alto iluminaba el recinto y convertía al centro del Movistar Arena en una postal tropical.
El cantante, de 33 años y tres veces nominado al Latin Grammy, llegó a Bogotá en el marco de la gira de su disco ‘Babylon Club’, en el que colabora con artistas como El Alfa, Arcángel, Aitana, Louis BPM, Sech y Kenia OS.
Con canciones como ‘Epa Wei’, ‘Swing’ y ‘Ay mami’, que sonaron una tras otra casi sin distinción, Danny Ocean mantuvo al público bailando sin descanso.

«Quiero dejar claro que Colombia ha sido un país que me ha recibido con los brazos abiertos, los primeros en darle apoyo a mi proyecto fueron colombianos», dijo antes de cantar ‘Detente’, canción que comparte con el colombiano Mike Bahía.
De manera más íntima, la producción apagó el sol para que el cantante entonase ‘Ferrari’ y ‘Dime tú’ mientras las luces de los celulares iluminaban las graderías como estrellas en la noche.
El viaje musical continuó con el cantante apareciendo en medio de la grada cantando ‘Dembow’ y desató la euforia con ‘La idea de amarme’ y los juegos rítmicos de ‘Binikini’ y ‘Oye mi amor’ de Maná.
Tras una hora y media, el cierre del concierto lo marcó el esperado ‘Me rehúso’, la canción que lo catapultó en 2016 y que convirtió el Movistar Arena en un coro unísono que vibró como una ola caribeña en pleno altiplano bogotano. EFE