
El vuelo 1893 de Delta Air Lines tuvo un aterrizaje de emergencia, debido al daño en una de las alas del avión, y los 62 pasajeros vieron por las ventanas el aterrador momento en que uno de los flaps se rompió mientras todavía estaban a más de 3.500 metros de altura.
Por Clarín
Sucedió el martes 19 de agosto, cuando un Boeing 737-800, que despegó desde el Aeropuerto Internacional de Orlando en Florida con destino a Austin, Texas, empezó a temblar de manera continua.
«Creí que eran turbulencias, pero al mirar por la ventana supe que era un grave incidente de seguridad porque el ala estaba rota», indicó Shanila Arif, la pasajera que grabó toda la secuencia.
Estaban en pleno descenso, a unos 12.000 pies de altura, con dirección a la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional de Austin-Bergstrom, con 62 pasajeros y seis miembros de tripulación a bordo.
A pesar del pánico durante varios minutos, el avión aterrizó de forma segura en el Aeropuerto Internacional de Austin-Bergstrom a las 2:24 p.m, sin heridos.
«Tras un aterrizaje seguro y sin incidentes del DL 1893 en Austin, se observó que una parte del flap del ala izquierda no estaba en su sitio; la aeronave ya fue retirada del servicio por mantenimiento», indicó Delta Air Lines en diálogo con el medio Newsweek.
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