La propiedad se presenta como uno de los factores fundamentales en el desarrollo social. A lo largo de años de trabajo y ahorro, las familias construyen un patrimonio al adquirir viviendas, vehículos, locales comerciales u otras inversiones que se convierten en respaldo económico y social.
Ese patrimonio, fruto del esfuerzo y la constancia, no solo representa seguridad para el hogar, sino que también puede transformarse en una fuente adicional de ingresos. El alquiler de una vivienda, un local o cualquier otro bien, genera rentas que complementan los ingresos salariales, lo que permite a las familias mejorar su consumo y, con ello, su calidad de vida.
En Venezuela, más del 70% de las familias lograron adquirir propiedades gracias a años de esfuerzo y disciplina en el ahorro. Este proceso les permitió no solo asegurar una vivienda propia, sino también realizar otras inversiones que generaron ingresos adicionales. Con ello, pudieron seguir incrementando su patrimonio y alcanzar mayores niveles de bienestar.
Hoy, la propiedad se ha consolidado como un factor determinante en el crecimiento económico y social de los países. Allí es donde el ahorro y la inversión familiar se convierten en pilares del desarrollo, lo cual permite alcanzar mejores estándares de vida. En ese sentido, el fortalecimiento patrimonial de los ciudadanos a través de la adquisición de propiedades es una de las vías más seguras para sostener el progreso social.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo,
la Propiedad y la Constitución.
