Empleados públicos amenazados, milicianos y un puñado de militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) marcharon el pasado lunes hacia la sede de las Naciones Unidas en Chacao, estado Miranda, para quejarse por el despliegue militar ordenado por el presidente estadounidense Donald Trump en el mar Caribe.
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«Estamos exigiendo al imperialismo basta ya de tanta amenaza criminal, basta ya de tantas calumnias contra el pueblo venezolano», manifestó Nahum Fernández ante las cámaras de Venezolana de Televisión (VTV).
«La vía que queremos es el debate de las ideas, es que escuchen a Venezuela», agregó el funcionario a las órdenes de Nicolás Maduro.
«Oye, Trump, tú no nos vas a seguir amenazando porque nosotros somos soberanos. Sabemos que eres una máquina de guerra, pero nosotros no le tenemos miedo a la muerte», fue la dura advertencia del vocero chavista Rander Peña.
Sin embargo, más allá de las estridentes declaraciones de los servidores de Miraflores, las calles venezolanas hablaron con sutileza sobre la dramática pérdida de convocatoria del Psuv.
En imágenes capturadas desde lo alto de un edificio cercano se observó la realidad que VTV no reflejaba en su pantalla: apenas un puñado de asistentes llegaron al punto de encuentro en la tarima principal.
La popularidad del chavismo parece decaer al ritmo del bolívar, la moneda nacional, ante la referencia del dólar en la tasa oficial presentada por el Banco Central de Venezuela (BCV) cada jornada.
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