
Donald Trump firmó una orden ejecutiva este lunes 15 de diciembre mediante la cual declaró oficialmente el fentanilo como un arma de destrucción masiva en Estados Unidos. El líder republicano formalizó esta medida con el objetivo de elevar la prioridad de la lucha contra el tráfico de opioides y otorgar mayores facultades a las agencias de seguridad nacional para combatir su distribución.
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Durante el anuncio, Trump enfatizó la gravedad de la crisis de salud pública que atraviesa el país norteamericano debido a esta sustancia sintética. El mandatario justificó la clasificación al asegurar que el daño causado por la droga supera al de los explosivos militares convencionales, lo que requirió una respuesta gubernamental más contundente.
«Ninguna bomba hace lo que esto está haciendo”, dijo. en tal sentido, con esta designación, el gobierno estadounidense busca activar protocolos que usualmente se reservan para amenazas de terrorismo o guerra química.
El político también recurrió a referencias históricas para advertir sobre las consecuencias geopolíticas del consumo generalizado de drogas. Comparó la situación actual de Estados Unidos con eventos pasados en Asia, sugiriendo que la introducción de estupefacientes es una estrategia para debilitar la soberanía nacional.
“Están tratando de drogar a nuestro país. Miren la historia, miren a China cuando estaban cargados de drogas, sufrían mucho y otros pudieron apoderarse de ellos”.
Por otro lado, Trump vinculó la crisis de seguridad interna con la presencia de grupos criminales extranjeros, mencionando específicamente al Tren de Aragua. El republicano criticó la gestión de las autoridades locales en el estado de Colorado frente a la operación de esta banda.
“El gobernador de Colorado es un hombre débil y patético que fue manejado por el Tren de Aragua, los criminales de Venezuela. Se apoderaron de secciones de Colorado”, mencionó.