
En Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, un hombre de 50 años identificado como William Rosario, perdió la vida junto a su perro, después de que el árbol de Navidad se incendiara. Las primeras investigaciones apuntan a que las luces provocaron un cortocircuito.
El lamentable evento ocurrió pasadas las diez de la noche, debido a que el hombre se encontraba durmiendo en su habitación cuando el fuego comenzó a consumir parte de su hogar. El cortocircuito en las luces navideñas fue, aparentemente, el origen de las llamas que se propagaron rápidamente. Además, fueron los desesperados ladridos de su perro los que finalmente consiguieron despertarlo de un profundo descanso.
William salió de su cuarto alertado por el ruido, pero ya gran parte de su apartamento estaba completamente envuelto en un humo que llenaba todos los espacios.
En consecuencia, tanto el hombre como su perro sucumbieron trágicamente a la inhalación del fuerte humo acumulado en el área. De igual forma, esta fatalidad destaca la importancia de tener detectores de humo operativos.
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