
En una emotiva sesión de la legítima Asamblea Nacional de Venezuela, el diputado Omar González Moreno rindió homenaje a María Corina Machado, galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, destacándola como un símbolo de la resistencia contra la dictadura y un faro de esperanza para la democracia en Venezuela y el mundo.
En su intervención, González Moreno subrayó que el reconocimiento otorgado a Machado trasciende lo individual.
“No es solo un premio para María Corina, es un grito universal por la democracia, un recordatorio de que la paz verdadera se construye en las calles de la resistencia y en los corazones que desafían la tiranía”, afirmó.
El diputado resaltó la trayectoria de la líder opositora, quien, pese a ser expulsada de la Asamblea Nacional, inhabilitada políticamente y forzada a la clandestinidad tras las elecciones fraudulentas de 2024, ha unido a un pueblo golpeado por más de dos décadas de régimen autoritario.
El Nobel, según González, ilumina la crisis venezolana, que ha desplazado a más de 9 millones de personas y convertido a una nación rica en sinónimo de hambre, represión y exilio.
“Venezuela es un espejo para América Latina y el mundo. Este premio nos dice que la resistencia pacífica es un arma invencible”, afirmó.
Su liderazgo, añadió, ha resonado desde Caracas hasta Washington, Oslo y las diásporas de Miami, Bogotá, Lima, Quito, Buenos Aires, Madrid y prácticamente todo el planeta.
El diputado también elogió la valentía de María Corina Machado, ingeniera, madre y visionaria, quien ha inspirado a generaciones al denunciar incansablemente la corrupción, las detenciones arbitrarias, las torturas y los asesinatos del régimen.
Asimismo, resaltó el respaldo internacional que ha recibido, desde el senador Marco Rubio, así como su dedicatoria del premio al pueblo venezolano y a aliados como el expresidente Donald Trump.
“María Corina Machado nos enseña que la paz es la presencia de justicia, no la ausencia de conflicto”, afirmó González, quien calificó el Nobel como un llamado a la acción global para apoyar una transición pacífica en Venezuela.
Finalmente, instó a los gobiernos internacionales a no ignorar el clamor del pueblo venezolano y dedicó un emotivo mensaje a los presos políticos, las madres que han perdido a sus hijos y los niños que sueñan con un país sin miedo.
El discurso culminó con un enérgico llamado: “¡Que este Nobel sea el catalizador de la libertad venezolana y un himno eterno para el mundo! ¡Viva Venezuela libre! ¡Viva María Corina Machado! ¡Viva la paz que nace de la valentía!”