
Dos años después del brutal ataque perpetrado por Hamas el 7 de octubre de 2023 contra Israel, por fin parece que la situación de los rehenes israelíes podría llegar resolverse. El acuerdo alcanzado entre el grupo terrorista e Israel, por iniciativa del presidente norteamericano Donald Trump, establece en una primera fase la entrega de todos los secuestrados vivos y la retirada progresiva de las tropas isarelíes de territorio palestino.
Por Infobae
De acuerdo con datos de la Oficina del Primer Ministro de Israel, 48 personas permanecen secuestradas en Gaza: de ellas, unas 20 se presume que siguen con vida y 26 han sido confirmadas como fallecidas.
La información más reciente indica que los rehenes presuntamente vivos incluyen ciudadanos israelíes y extranjeros, tres de ellos argentinos. Muchos fueron secuestrados durante el ataque al festival de música Nova o en comunidades cercanas a la frontera con Gaza.
Uno por uno, quiénes son los rehenes vivos
Ariel y David Cunio: son hermanos de nacionalidad argentina.
David fue secuestrado junto a sus hijas mellizas Yuli y Emma, de 3 años, y su esposa Sharon Aloni Cunio. Las tres fueron liberadas a fines de noviembre durante la primera tregua.
Eitan Horn: el argentino fue secuestrado cuando visitaba a su hermano Iair Horn también en el kibutz Nir Oz (en hebreo Pradera de la Fuerza).
Matan Zangauker: secuestrado junto a su novia Ilana Gritzewsky, quien fue liberada en noviembre de 2023. Su madre, Einav Zangauker, escribió: “Mi Matan, mantente fuerte. Nunca me rendiré contigo”.
Matan Angrest: soldado israelí. Su madre, Anat Angrest, expresó mediante el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos: “Mi Matan, sobrevive, aguanta un poco más por mí, por papá, Adi, Ofir y Roi, por toda una nación que te espera”.
Gali y Ziv Berman: hermanos gemelos, cumplieron 28 años en cautiverio. Su familia manifestó: “Volverás al abrazo seguro de tu madre. Aguanta un poco más, sobrevive y sueña con un final feliz”.
Elkana Bohbot: fue secuestrado en el festival Nova mientras auxiliaba a heridos.
Rom Braslavski: guardia de seguridad en el festival Nova, permaneció en el lugar para ayudar a otros. Su tía relató que “pudo haber huido, pero no lo hizo. Fue un héroe”.
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