
Por primera vez en casi 500 años de historia, la Iglesia de Inglaterra eligió a una mujer como su líder. Sarah Mullally, de 63 años, fue nombrada primera Arzobispa de Canterbury.
Por BBC Mundo
El Arzobispo de Canterbury es considerado el jefe espiritual de la Iglesia Anglicana en todo el mundo.
También desempeña un papel importante en la vida pública, ocupando un escaño en la Cámara de los Lores del Parlamento británico.
Esto significa que participa en debates, habla sobre política pública —incluyendo temas relacionados con libertad religiosa— y asiste a eventos de importancia nacional.
En sus primeras palabras tras su confirmación, Mullally afirmó que, si bien el cargo representa una «enorme responsabilidad», siente una sensación de «paz y confianza en que Dios la guiará».
Mullally es la clériga número 106 en asumir el cargo. Será confirmada en una ceremonia legal prevista para enero en la Catedral de Canterbury.
El puesto que ocupa ahora estuvo vacante durante casi un año después de que su predecesor, Justin Welby, anunciara su dimisión por la mala gestión de un escándalo de abuso sexual infantil que fue muy polémico en Reino Unido.
Una revisión independiente concluyó que el abogado y líder de un campamento cristiano, John Smyth —el abusador en serie más prolífico asociado con la Iglesia—, podría haber sido llevado ante la justicia si Welby lo hubiera denunciado formalmente a la policía en 2013.
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