Como era de esperar, al menos para quien se acerca al Presidente de USA, con ánimo de conocer mejor al personaje, más allá de lo que viene de sus escribidores a sueldo o de quienes lo odian… terminada la reunión con Putin en Alaska… se comprueba que allí no pasó nada.
Los dos mandatarios aprovecharon para presentarse ante el mundo como dos distintas personalidades… pero “normales”… tanto que parecían dos abuelitos… uno pasado de peso y con bolsas bajo los ojos y el otro como salido del gimnasio
Sin embargo tras los aplausos de quienes creían que en el mundo estaba a punto de estallar una guerra nuclear, quedó el sabor amargo de comprobar las mentiras que corren de aquí para allá.
La más importante: que un presidente como Vladimir Putin sobre cuyo país recaen más sanciones que sobre el nuestro… ingresó a territorio del país que promovió las sanciones… llegando a una base militar del mayor poder del mundo… donde lo espera una una alfombra roja para que caminara como si fuese la última estrella del canto pop… recogiendo un Grammy.
Quienes esperaban algo serio seguramente quedaron decepcionados… pero la gran mayoría acostumbrada a enterarse del último suceso a través de memes y redes mentirosas… salieron satisfechos.
Putin no obstante fue el gran ganador ante el mundo al presentarse como la única potencia que puede flirtear tanto con USA como con la China… lo que una Europa arrodillada ante Trump… no puede.
Y Donald Trump a quien no le preocupa la paz mundial sino su inmerecido Premio Nobel de la Paz… dirá para sus adentros “prueba superada”.
Veremos.