Pisas admitió su preocupación por las consecuencias que el conflicto puede tener sobre la seguridad regional y el turismo, principal fuente de ingresos de la economía de la isla
Los primeros ministros de Holanda, Dick Schoof, y Curazao, Gilmar “Pik” Pisas, sostuvieron una reunión el 8 de noviembre que tuvo como punto principal la situación geopolítica del Caribe, sacudida por el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, y las posibles consecuencias que esto puede traer para Aruba, Bonaire y Curazao, miembros del Reino de los Países Bajos.
“El primer ministro Pisas indicó al señor Schoof que el desarrollo en la relación actual entre Estados Unidos y Venezuela causa cierta preocupación, particularmente por su potencial impacto en la seguridad regional y nuestro turismo. Ambos líderes acordaron continuar vigilando de cerca la situación, fortalecer las líneas de comunicación y mantener una buena coordinación a nivel del Reino”, indicó el gobierno de la isla a través de un comunicado.
Frente al amplio despliegue militar norteamericano en el Caribe y el agravamiento del conflicto diplomático entre Caracas y Washington, el gabinete de Pisas ha pedido a sus ciudadanos que mantengan la calma, enfatizando que “la presencia militar en el Caribe es una medida preventiva y estratégica contra el tráfico de drogas”.{
Neutrales
En una entrevista ofrecida a Crónicas del Caribe, el ministro de Defensa de Países Bajos, Ruben Brekelmans, enfatizó: “Estados Unidos es uno de los socios más importantes del Reino en operaciones contra el narcotráfico. Sin embargo, quiero ser claro: este despliegue anunciado es una decisión nacional de EE.UU. El Reino no está involucrado en absoluto. De momento, no hay motivo para cambiar nuestras operaciones regulares en el Caribe”.
Brekelmans subrayó: “Nuestro compromiso es con la estabilidad de la región y la seguridad de nuestras islas caribeñas (…). Seguimos en contacto estrecho con Washington, pero nuestra posición es de neutralidad”.
En una declaración ofrecida en septiembre, Pisas recordó que el Acuerdo entre el Reino de los Países Bajos y los Estados Unidos de América sobre el acceso y el uso de instalaciones en las Antillas Neerlandesas y Aruba para actividades aéreas de contra-narcóticos, suscrito en marzo del año 2000, “no puede ser utilizado para fines ajenos” a los acordados.
El primer ministro curazoleño manifestó que su gobierno tiene la intención de extender el acuerdo que durante los últimos 25 años ha permitido que los aviones militares estadounidenses utilicen las instalaciones del aeropuerto internacional de Hato para desarrollar operaciones contra el narcotráfico.
