
Un tiburón atacó a un pescador en las aguas de Gran Cayo, en las Bahamas. Le dejó la mano izquierda colgando de la muñeca, pero sobrevivió y pudo contar la historia.
Por: Clarín
El estadounidense Eddie Jarmakowicz se embarcó a mediados de agosto con tres amigos para una jornada de pesca submarina. Dejó atrás en Riviera Beach, Florida, a su esposa y sus tres hijos.
Ya manos a la obra, en snorkel y a una profundidad de entre seis y siete metros, había pescado un pargo con arpón y regresaba nadando a la superficie cuando un tiburón de arrecife emergió de la nada y lo atacó.
El tiburón quería el pez, pero con el mordiscón también se llevó a su boca la mano izquierda del pescador.
“Creo que mi mano estaba completamente dentro de la boca del tiburón por las laceraciones que subían por el antebrazo”, dijo Eddie a CBS12. “Mi muñeca colgaba hacia abajo y podía ver la carne”.
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