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«Colombia no podría responder militarmente si EEUU ataca al régimen narcoterrorista que usurpa el poder en Venezuela. Este señalamiento emitido desde la Cancillería de Colombia, fue parte de una noticia que salió hace apenas unos días y evidencia que en en la nación neogranadina están muy preocupados.
Y ¿por qué están preocupados? Bueno, porque saben que si cae Maduro, caen todos; y es bien probable que Gustavo Petro también termine pagando cárcel.
Existen fuertes indicios que unen al mandatario colombiano con el negocio del polvo blanco, lo cual lo coloca también en la mira de los Estados Unidos.
Además, es evidente que la maquinaria roja global tiene muchos años financiándose con el dinero del narcotráfico; para nadie es un secreto que los movimientos guerrilleros en Colombia se transformaron en narco-guerrillas, que se consolidan a través de este comercio ilegal.
Gustavo Petro está muy asustado porque la presencia de los militares estadounidenses en el Caribe le pone la carne de gallina, y más cuando está a más o menos seis meses de abandonar el Palacio de Nariño, pues se vienen las elecciones presidenciales en Colombia y la izquierda perderá de manera abrumadora.
Gustavo Petro y Nicolás Maduro son caimanes del mismo pozo, ambos son parte del cartel político de izquierda que hunde a las naciones y constituyen nidos de corrupción donde quieran que se puedan enquistar.
Junto a ellos dos, está el mandatario del Brasil, Luis Ignacio “Lula” Da Silva, quien es otro que también ha mostrado su “preocupación” por la presencia militar en el Caribe.
Pues, Lula sabe que si Maduro cae, si Petro cae, se vendrán en picada los regímenes de Cuba y Nicaragua, y la alianza roja en Brasil recibiría un fuerte golpe político y moral que los llevaría a perder las próximas elecciones en la nación carioca.
Además, la forma que el sistema socialista brasileño ha tratado al expresidente Jaír Bolsonaro es una demostración del poco ánimo democrático de una izquierda que es perniciosa y cruel cuando ejerce el poder.
Es menester indicar que el presidente Donald Trump tienen la gran oportunidad –histórica y creo que irrepetible– de acabar de un solo zarpazo con el llamado socialismo del siglo XXI de América Latina; ser el protagonista del final de los regímenes que han destruido nuestro continente.
Pues, cada día estoy más convencido que la caída de Maduro significará el fin de todo ese fracasado experimento socialista en América Latina, se terminará de colapsar el Foro de São Paulo y emergerá una nueva realidad para nuestros países.
Hoy vemos que el cambio está en marcha, y lo reafirmaremos cuando en Chile gane una opción liberal, y cuando el régimen de Maduro se termine de desplomar.
Así de sencillo.
Sin más que agregar, nos leemos la próxima semana.
