
La reacción de Mounir Nasraoui tras la entrega del Balón de Oro no pasó desapercibida. Al conocer que el galardón fue otorgado a Ousmane Dembélé y no a su hijo, Lamine Yamal, Nasraoui expresó su descontento ante los medios y aseguró: “El próximo año es nuestro”.
Por Infobae
La ceremonia, celebrada en el Théâtre du Châtelet de la capital francesa, consagró a Dembélé, delantero del París Saint-Germain, como el mejor jugador del mundo según la votación anual de la revista France Football. Aunque muchos consideraban a Lamine Yamal, joven figura del Barcelona, como el principal candidato al galardón, el reconocimiento terminó en manos del atacante francés.
La tensión aumentó con el paso de los minutos. Durante una videollamada con El Chiringuito, Nasraoui profundizó en su malestar y calificó la decisión como un agravio personal. “Creo que es el mayor… no voy a decir robo sino daño moral a un ser humano”, afirmó.
El padre del delantero del Barcelona defendió con vehemencia la candidatura de su hijo, argumentando que el español sobresale ampliamente sobre el resto de los futbolistas. “Creo que Lamine Yamal es el mejor jugador del mundo con mucha diferencia, con muchísima diferencia. No porque sea mi hijo sino porque es el mejor jugador del mundo, creo que no hay rivales”, aseveró.
En otro momento de la conversación, Nasraoui insistió en que la situación resultaba anómala y expresó: “Lamine es Lamine Yamal, tenemos que decir que aquí ha pasado algo muy raro”. Finalmente, reiteró su confianza en el futuro de su hijo y lanzó una nueva promesa: “El año que viene el Balón de Oro será español”.