
El Tribunal Laboral de París dictaminará este martes el primer asalto entre el ahora delantero del Madrid Kylian Mbappé y su anterior club, el París Saint-Germain, que se reclaman en conjunto casi 700 millones de euros.
Los cuatro jueces pueden decretar una victoria del futbolista, que en diferentes conceptos reclama al que fuera su club entre 2017 y 2024 la cifra de 263 millones de euros.
También puede considerar fundados los argumentos del club, que piden al jugador 400 millones, o dictar un empate, en cuyo caso el caso volvería a un mediador del tribunal.
Las espadas están en todo lo alto en un conflicto que está tomando elevadas dimensiones, como se vio en la audiencia que los abogados de ambas partes mantuvieron hace un mes, una auténtica batalla jurídica con duros cruces de acusaciones.
Los letrados de Mbappé, que ya hace un año decidieron elevar el tono ante la falta de respuesta del club al pago de los últimos meses de su salario en el PSG, que consideraba que ese dinero era parte del acuerdo alcanzado entre ambas partes a principios de aquella temporada de 2023.
En sus reclamaciones ante el Tribunal de lo Laboral incluyeron 44,6 millones por despido improcedente, 40,4 millones por prima de contrato y otros 37,5 millones por trabajo no declarado.
La abogada del futbolista, Delphine Verheyden, denunció las presiones «mediáticas y psicológicas» que sufrió poco después de comunicar públicamente que no renovaría su contrato más allá de 2024.
Mbappé fue entonces apartado de la disciplina del primer equipo que dirigía Luis Enrique y estuvo durante más de un mes entrenando con los compañeros de las categorías inferiores. El presidente, Nasser Al-Khelaifi, le lanzó un ultimátum: o renovación o salida en enero para dejar dinero en las arcas del club.
Finalmente, ambas partes llegaron a un acuerdo verbal por el cual el delantero se puso a las órdenes del entrenador español, pero sus abogados no reconocen los términos de ese pacto al considerar que nunca fue inscrito en la Liga.
Ese es el principal argumento que defendieron los abogados del PSG, que no dudaron en considerar «desleal» al futbolista, al que acusaron de jugar un doble juego, porque a su juicio ya sabía en julio de 2022, cuando firmó una renovación de dos años más uno opcional, que no seguiría en el PSG.
Algo que finalmente sucedió, cuando el futbolista se marchó libre al Madrid, que no tuvo que pagar ningún traspaso al PSG.
El PSG, que compró al futbolista por 180 millones en 2017 procedente del Mónaco, arguye que al ocultar sus intenciones el futbolista privó al club de la opción de venderle en ese periodo y sacó a la luz una jugosa oferta del Al Hilal Saudí en el verano de 2023.
Entonces, el PSG mantenía esperanzas de que Mbappé prolongara su contrato y por eso rechazó los 300 millones que ese club ponía encima de la mesa.
A todo ello suma daños y perjuicios diversos que le han llevado a reclamar 400 millones al jugador.
El PSG llega a este momento clave del litigio con una pequeña victoria judicial, ya que este sábado el Tribunal de Apelación de París anuló la confiscación preventiva de 55 millones en las cuentas del club que habían obtenido en abril los abogados del jugador.
Sea cual sea la decisión del Tribunal de lo Laboral, las partes tienen la opción de recurrirla, lo que augura todavía muchos capítulos en este contencioso.
Por ahora, Mbappé ha ido obteniendo victorias en las diferentes instancias deportivas, pero el club ha logrado retrasar la aplicación del pago de los 55 millones aduciendo que la última palabra la tienen los tribunales ordinarios.
EFE