Nuestra María Corina Machado acaba de recibir el Premio Nobel de la Paz 2025, un justo reconocimiento a la lucha por la libertad en Venezuela; un reconocimiento a sus esfuerzos, sacrificios y constancia.
Ahora, nuestra líder, está en el nivel de la Madre Teresa de Calcuta, quien dedicó su vida a dar amor y solidaridad a los pobres y enfermos de la India.
Está al lado del gran Lech Walesa, el extraordinario promotor de la libertad y la paz en su natal Polonia; un gran luchador en contra de las tiranías socialistas.
Está allí al lado del arzobispo anglicano Desmond Mpilo Tutu quien fue un baluarte como activista por los derechos humanos y en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica.
Está junto al buen amigo Óscar Arias, quien se hizo merecedor de ese galardón por el Plan de Paz que fue aprobado por Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, y contribuyó a la normalización de la vida política en Centro América.
Se encuentra al lado de Aung San Suu Kyi, quien lo ganó en 1991 por su lucha no violenta por la democracia y los derechos humanos en Myanmar, también de Rigoberta Menchú quien lo obtuvo en 1992 por su lucha por la justicia social y la reconciliación etnocultural, además por sus esfuerzos en lograr el respeto a los derechos de los pueblos indígena.
Su nombre estará escrito al lado del maravilloso y ejemplarizante luchador contra el racismo como lo fue Nelson Mandela, el hombre que derrotó el Apartheid en Sudáfrica. Igual, estará con Kofi Annan, Jimmy Cárter.
María Corina Machado estará al lado de Martin Luther King, líder de la lucha devlo derechos civiles y muchísimos otros grandes personajes de la historia mundial que han dejado una huella en favor de la paz de sus países y del mundo entero.
Este reconocimiento es de ella y de todos los venezolanos; es de ella y de cada luchador por la libertad de Venezuela; es para ella como a cada uno de los venezolanos que son víctimas de persecución, de prisiones injustas y de hostigamiento político.
Es de ella y de todas las víctimas de la presión y del sadismo político de quienes sostienen el Narco-Estado que dirige Nicolás Maduro; es de cada uno de los venezolanos que soñamos con un mañana mejor, que soñamos por el cambio en Venezuela.
Tenemos nuestra Premio Nobel, y pronto tendremos la LIBERTAD –así en mayúscula– de nuestra Venezuela; pronto tendremos a nuestro presidente legítimo, Edmundo González Urrutia, en la silla de Presidencial y después veremos a María Corina Machado conduciendo a nuestra nación hacia un futuro de bienestar y progreso.
Se vienen grandes cosas, el cambio es inevitable. Así de simple, así de sencillo.
Sin más que agregar, nos leemos la próxima semana.
