Julio Rodríguez Berrizbeitia: El humanismo es una forma de vida, más que una doctrina
30 Sep 2025, 14:44 11 minutos de lectura

Julio Rodríguez Berrizbeitia: El humanismo es una forma de vida, más que una doctrina

Por La Patilla

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Hablamos de Constitución, pero más importante que la legal es la natural, la moral de un pueblo. En nuestro caso, Venezuela, hay que ir hacia una refundación moral del país

Doctor en Derecho, ex Presidente de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, profesor de las universidades UCAB y Monteávila y consecuente estudioso de la filosofía y el pensamiento humanista.

Más que una sesión de preguntas y respuestas, tuvimos una interesante conversación que a continuación reproducimos para los lectores de Encuentro Humanista.

Entrevistas de Macky Arenas

_ ¿Por qué surge el humanismo en el mundo?

_ Es algo natural en el ser humano. No se trata de ir a las teorías darwinianas de que hay que lograr una moral natural para sobrevivir y convivir. Va mucho más allá. La filosofía griega empieza a preocuparse por los problemas éticos, de relaciones entre las personas y las bases de un buen gobierno.

_ Por eso estuvo allí el origen de la democracia…

_ Correcto. Marx decía que entre la dictadura y la democracia no hay contradicción pues una viene después de la otra, lo cual revela el contenido hegeliano de tesis, antítesis y síntesis. Pero el cristianismo da un paso fundamental. Hubo un declive en la Edad Media que no lo fue tanto pues se establecieron una serie de valores que fueron fundamentales. El cristianismo plantea un multiculturalismo. Nace en una región localizada y se vuelve universal. Ello requería, no sólo el núcleo del mensaje de Cristo que era profundamente humanista, sin discriminaciones, con su diferenciación entre lo religioso y lo temporal, sino la fuerza de una filosofía que estuviera detrás de eso. San Pablo lo colocó sobre el tapete para lograr constituir el cristianismo como religión pero también como forma de vida.

_ Lo cual no es muy coherente en el mundo de hoy si observamos la conducta de muchos que se dicen cristianos…

_ Es que se definen así pero prescinden de los valores del cristianismo. Es un ropaje que no hay que llevar por partes sino completo. Cuando Roma impone una ética diferente, el cristianismo se confronta con el imperio. Se trataba de diferenciar muchos aspectos políticos de los ideológicos, pero básicamente generar la fraternidad que debe existir en las comunidades humanas. En la Edad Media, Santo Tomás de Aquino insistía sobre eso, pero construyó toda una filosofía que no sólo refería a la ontología sino a la metafísica y a la epistemología para dar una visión completa de lo que era el hombre. Todo ello era provocador y había una autoridad que no era sólo la Iglesia sino que se superponía, pues era la única fórmula para asegurar convivencia entre las partes en la Edad Media. Si alguien pidiendo refugio se metía en una iglesia, nadie se atrevía a sacarlo de allí. El temor a la excomunión era una protección. Todo ello influyó sobre el Derecho y es el origen de los derechos humanos.

_ Hablemos de los postulados fundamentales del Humanismo, de sus características

_ Es una vuelta a la esencia del hombre, lo que implica proyectar lo que eres hacia el otro que no es menos que tú. Eso facilita la convivencia. Por otra parte, destaca el valor del pensamiento. Tenemos una naturaleza, unos instintos y una mecanicidad que permite no sólo explicar lo que está en la naturaleza, sino también transformarla. Después que tú piensas y razonas, nada es igual.

_ ¿Cree que el Humanismo es una doctrina o una filosofía?

_ Es una forma de vida que se impone a todo el pensamiento humano de forma de lograr que se presente profundamente centrado y volcado en el ser humano, en la esencia del hombre. Eso no garantiza que seremos buenos o malos, solo que estamos frente a un ser pensante que puede descubrir cosas y que es capaz de reconocer a un amoral. También es capaz de reconocer a una religión. Todo ello se refleja en la obra de Santo Tomás de Aquino y luego en Maritain con su obra “El Humanismo Integral”.

_ ¿ Hablando de ellos, cuáles son las figuras clave que mejor representan al Humanismo y las fuentes de las que se nutrieron?

_ Obviamente, la filosofía griega, San Pablo, San Agustín, son centrales en el origen de ese proceso de pensamiento. También filósofos previos al cristianismo como Cicerón, por ejemplo. Pero llegan tiempos que coinciden con la caída de Constantinopla y la llegada del Renacimiento en 1453, que vuelven a reforzar la presencia del pensamiento en el ser humano, el arte, en la creatividad, y que permiten descubrir el mundo a través del hombre. Ello lleva a no pensar sólo en los esfuerzos colectivos sino en el individual de la persona. Por eso el Renacimiento fue tan individualista. Tenía grandes artistas pero ellos eran más grandes que las escuelas.

_ Lo cual debe haber fomentado el humanismo secular, que no daba cabida a Dios y se oponía a las creencias religiosas…

_ Ese es el punto, comienza la gente a desprenderse de Dios, lo cual tiene un punto de inflexión en la Ilustración. Desde Adam Smith hasta la Revolución Francesa el propósito era quitarse de encima a Dios y ponerse en manos de la razón.

_ Un poco lo que ocurre ahora…

_ Pero más grave, pues está involucrada esa novedad que es la inteligencia artificial. Todo ello conlleva posibilidades insospechadas que conducirán al hombre a un endiosamiento de sí mismo. La otra cara de eso es determinar quién se endiosará más, si la máquina, los algoritmos o la persona.

_ Ya muchos promotores y entusiastas de la IA están amargamente alertando sobre esos peligros…

_ Es tan peligroso como trastocar las cosas y decir que el pensamiento ya no es una exclusividad del ser humano sino de cualquier aparato. Siendo una creación del hombre, sus posibilidades de alejarse del momento de la creación son altas. Al final estamos luchando por un humanismo que no se disgregue en pedazos. Que el ser humano no vea la moral por un lado y lo demás por otro, sino que sea dueño de sí mismo, integralmente humano. Lo otro es terminar siendo dueño de nada.

_ Lo que hoy cuestionan de la ideología woke, el relativismo contra el que tanto alertó Benedicto XVI….

_ Exactamente. Así es en estos tiempos. Ese Papa acertó en su predicción. Lo estamos viendo en nuestras sociedades. No es el conservador en que lo han encasillado. Discutió acerca de la fe, la democracia, el derecho, la historia, la teología, con ateos y pensadores muy alejados de sus convicciones. Algo interesante que se demuestra: tener una sociedad enormemente positivizada no conduce al respeto por los derechos humanos, ni a ser felices. Lo que estamos viendo, es un abandono total de la esencia del hombre.

_ Desde que apareció el Humanismo ha logrado distintos niveles de influencia en los procesos políticos y sociales. ¿Cómo ha sido ese desarrollo?

_ Lo que nos pasa es que nos estamos centrando en el hombre y al mismo tiempo, acabando con él. Es un proceso que va en corrientes contradictorias: queremos adueñarnos del mundo. Creemos que podemos dominarlo pero cada vez los problemas aumentan, amenazas, guerras, ausencia de acuerdos. El relativismo ha invadido a la humanidad. La filosofía no es solamente para explicarla en clases o para escribir libros. Es, sobre todo, para pensar, reflexionar y poner de lado tus certezas para ver más allá. De lo contrario, no avanzaríamos mucho y de eso se han percatado algunos importantes filósofos pragmáticos.

_ Lo que comentábamos ocurre con quienes están temerosos de lo que sobrevendría a la humanidad con la IA, conociendo a fondo sus posibilidades y perspectivas…

_ Tan cierto es eso que algunos autores-pensadores, siendo ateos, no aceptan directamente a Dios pero tratan de buscarlo. Soy un convencido de que esta humanidad está necesitando y buscando a Dios, pero no al Dios de la ciencia, sino al Dios que inspira, al Dios creador, al que acompaña los cambios. Hoy, muchos filósofos cuestionan al relativismo, al determinismo y la causalidad para dar paso a la tesis de que hay diversas circunstancias que en un momento dado confluyen para hacer algo.

_ En un mundo que parece sumergirse cada vez más en la barbarie de la guerra, el humanismo cristiano, entendido como expresión político-social que parte de la concepción de la persona humana y de la sociedad fundamentada en los principios y valores del cristianismo, ¿no tendría la fuerza para aportar herramientas que corrigieran ese curso fatal?

_ Las guerras del pasado eran localizadas y su objetivo era conquistar, desaparecer gente; hoy la guerra es la extinción de la raza humana. Nunca habíamos tenido semejante amenaza en la historia de la humanidad. Eso requiere una reflexión como la que te planteas. Hoy ser cristiano es muy complejo. Cada quien trata de defender sus valores políticos, sociales y familiares con el ropaje de la religión cuando la religión debe tener paradigmas que rijan la vida y definan lo que tú eres por encima de todo lo demás. Menos fundamentalismos y más cristianismo, en resumen. El mensaje de la caridad sí que es fundamental. Para con el enemigo, para con el adversario, para con quien es diferente y piensa distinto.

_ ¿En qué debemos cambiar?

_ Las sociedades tienen que cambiar. Hablamos de leyes pero ellas solas no resuelven los temas. Hablamos de la Constitución, pero más importante que la legal es la natural, la moral de un pueblo. En nuestro caso, Venezuela, hay que ir hacia una refundación moral del país. Tuvimos un país con solidaridad, con generosidad; hoy estamos en otros niveles y la prioridad es subsistir.

_ ¿Le ha puesto un sello el humanismo cristiano a la política?

_ Cuando Maritain escribió “Humanismo Integral”, mucha gente se horrorizó. Pero sostenía que en la vida había que tener una mirada vertical, hacia arriba y una horizontal, hacia los lados. En el fondo, lo que hay que lograr es una convivencia social que deje de lado los propios temas para exaltar valores comunes que preserven el respeto y la solidaridad. Esa es hoy la gran carencia en nuestro mundo y Venezuela no es la excepción. Vivimos una época dura y creo que se revisarán muchos valores para hacer un país más inclusivo, y volveremos a una sociedad con valores más firmes para poder sustentar su viabilidad. Sin valores firmes es imposible.-

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