(Este relato es solo producto de mi imaginación y de mi preocupación por Venezuela. Cualquier semejanza en los nombres, situaciones o personajes es solo coincidencia).
Venezuela es y siempre ha sido una tierra de gracia. Fue Cristóbal Colón en su tercer viaje en 1498 quien la llamó así, admirado por la belleza del paisaje, el verdor de la zona y el agua cristalina de las playas de la costa de la península de Paria.
A pesar de los 25 años de dictadura, cuando Hugo Chávez y Nicolás Maduro fueron responsables del mayor saqueo de las riquezas nacionales que registra la historia patria; cuando el país fue secuestrado, saqueados todos sus bienes y destruidas sus instituciones; Venezuela superó las adversidades, alcanzando la libertad, la democracia y la prosperidad, después de esos aciagos años de destrucción económica, social e institucional.
Todo comenzó el 28 de julio del 2024, cuando Edmundo González Urrutia ganó las elecciones presidenciales con el apoyo de María Corina Machado, la Plataforma Unitaria y el Comando ConVlzla. A pesar de que Maduro pretendió quedarse con el poder, la Venezuela decente logró recuperar el país y la democracia. Venezuela se había convertido en un peligro geopolítico para la región, por la presencia en su territorio de potencias externas y organizaciones narcoterroristas: Cuba, Rusia, China, Irán, Hezbolá, Hamás, ELN, FARC. Por eso EEUU apoyó el criterio de Marcos Rubio “ese no es un gobierno sino una organización del narcotráfico que se ha apropiado del Estado-nación”.
El Departamento del Tesoro de EEUU, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), sancionó al “Cartel de Los Soles” como una organización terrorista vinculada al narcotráfico y al crimen organizado, liderada por Nicolás Maduro. En paralelo, el Departamento de Justicia de EEUU presentó cargos contra Maduro por narcoterrorismo y conspiración para traficar cocaína, ofreciendo una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. Así mismo, EEUU construyó una coalición internacional para combatir grupos narcoterroristas y desplegó en el Mar Caribe una flota de destructores, buques y submarinos para combatir el narcotráfico. Esa presión, sumada al derrumbe interno del régimen y, especialmente a la pérdida del respaldo de las fuerzas armadas –hasta entonces su principal sostén- precipitó su caída. Se produjo el derrocamiento de Maduro, con una intervención externa limitada por parte de EEUU y el régimen colapsó.
De inmediato Edmundo González Urrutia asumió la presidencia como líder electo y restaura la soberanía nacional con el apoyo de una Fuerza Armada institucional. El Presidente decretó un “Gobierno de Transición”, la libertad de los presos políticos y propuso un gran acuerdo nacional. Nombró un Consejo de Estado, que designó una comisión para reformar la Constitución y se redactó un nuevo texto constitucional, que acordó: 1) El periodo presidencial es de cuatro (4) años, pudiendo el presidente ser reelegido de inmediato por una sola vez para un nuevo periodo. 2) El poder Legislativo Nacional se ejerce por el Congreso, integrado por dos (2) cámaras: Senado y Diputados.
Durante los años 2025 y 2026, el Gobierno de Transición se dedicó a cumplir un proceso radical de transformación de las normas de competencia política, desde el anterior régimen autoritario hacia la democracia. Logró reducir el tamaño del estado, cambió su estructura, aseguró la independencia de los poderes públicos, aprobó un modelo de libre mercado y el respeto irrestricto a la propiedad privada. Ese cambio político consiguió un cambio en la actitud y en la confianza de los inversionistas y de los organismos multilaterales; mayor seguridad en los instrumentos financieros, ascenso de precio de los bonos y rebaja del riesgo país.
El 6 de diciembre del 2026 cumpliendo con la Constitución se celebraron las elecciones generales para Presidente, senadores, diputados, gobernadores y alcaldes, para el periodo 2027-2030, María Corina Machado resultó la ganadora y el 23 de enero de 2027 se juramentó ante el Congreso Nacional en pleno, previamente constituido.
Al día siguiente, la Presidente María Corina Machado inició el programa de reconstrucción nacional con el plan “Venezuela Tierra de Gracia”. En materia económica, se aplicó la estabilización expansiva: O sea, estabilización fiscal y monetaria, más un programa sostenido de inversión pública y privada en infraestructura, bienes públicos, salud y educación entre otros; logrando controlar la inflación en 8.3%. Para descargar al estado de actividades ineficientes se procedió a la privatización de esas empresas inútiles, incluyendo la actividad petrolera. El economista Gerver Torres (Un sueño para Venezuela) logró una exitosa privatización, permitiendo un cambio en la composición del gasto público, en la activación productiva, que se acelerara el crecimiento, se redujera la pobreza y se creara una amplia y próspera clase media.
En el área social, ENCOVI 2030 de la UCAB demostró que el 70% de los venezolanos pertenecían a la clase media, 15% era la pobreza multidimensional y 7% la pobreza extrema. En materia energética, el país se convirtió en el Hub Energético de las Américas por sus hidrocarburos, sus recursos energéticos renovables, al rescatarse la producción hidroeléctrica y al aumentar esa energía limpia y sostenible para el consumo eléctrico nacional. Al renacer la confianza en el país, con reglas claras y seguridad jurídica, los inversores se volcaron con sus recursos y las grandes petroleras regresaron: Exxon, Shell. BP. Hoy se producen 6 millones de barriles de petróleo por día, procesados en las nuevas refinerías y petroquímicas; y se recuperó CITGO, con más de 6.000 estaciones de servicio en EEUU y Canadá, distribuyendo nuestros productos marca Pdvsa, En vialidad e infraestructura se repararon las autopistas y se creó una gran red ferroviaria que conectó las zonas industriales, con trenes de bienes y metros de trasporte urbano.
Se aplicó un masivo plan de inversión pública y privada en infraestructura y bienes públicos que consiguió generar millones de puestos de trabajo, productividad y crecimiento económico. Se reconstruyeron los servicios de educación y salud, energía y agua. Se reactivó la construcción, se repararon las carreteras, puertos, aeropuertos, servicios públicos, edificaciones hospitalarias y educativas, viviendas, equipamientos urbanos, el desarrollo de las telecomunicaciones y la infraestructura digital. Desde la caída del régimen, más de 7 millones de venezolanos regresaron al país para disfrutar de la “Venezuela Tierra de Gracia”.
Hoy, 10 de enero del año 2031, María Corina Machado se está juramentando para su segundo mandato presidencial, 2031-2034, en una Venezuela libre, con un alto índice de desarrollo humano (IDH), con excelentes condiciones de vida, acceso a la educación y a la salud. Una Venezuela del primer mundo.
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