Jonathan Benavides: La nueva Directiva de Seguridad Estratégica de Estados Unidos
09 Dec 2025, 09:53 4 minutos de lectura

Jonathan Benavides: La nueva Directiva de Seguridad Estratégica de Estados Unidos

Por La Patilla

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La semana pasada se hizo pública la presentación de la nueva Directiva de Seguridad Estratégica de los Estados Unidos; pero, ¿qué implica esta directiva de seguridad estratégica?. Una mirada desde el más crudo realismo; allí vamos:

1) EE.UU. está de hecho reconociendo que se ha sobre extendido estratégicamente, y que esa situación era insostenible;

2) En el marco de una Guerra Fría 2.0, donde el centro de la demanda estratégica está en lo que se denomina “Indo-Pacífico”, resulta inviable afrontar ese desafío teniendo dos escenarios de potencial guerra de alta intensidad en Europa con Rusia y en el Oriente con China (y quizás Rusia), y peor que ellos, ambos a la vez;

3) Debemos tener en cuenta dos conceptos fundamentales: Con la aparición del arma nuclear, no hay manera de luchar como en la 1ra y 2da Guerra Mundial y a la vez preservar el territorio continental del accionar enemigo. Menciono solamente “alta intensidad” y no agrego el concepto de “larga duración”, porque salvo para los ignorantes todólogos que abundan en este hemisferio, una lucha entre Grandes Potencias en el Siglo XXI puede durar a lo sumo 15/20 días (y como mucho), antes que se usen armas nucleares. En el caso de un enfrentamiento con China, ese lapso, en las condiciones actuales, sería mucho menor.

EE.UU. además enfrenta lo siguiente en materia militar:

a) Alrededor de 25 años de priorizar combates contrainsurgentes, algo que comenzó a modificar a guerra convencional en tiempos relativamente recientes;

b) Un atraso significativo en su triada nuclear en relación a Rusia, algo que demandará tiempo modificar;

c) Un esfuerzo irresponsable de asistencia a Ucrania que afectó arsenales propios, especialmente en sistemas Anti Aéreos, Atan, munición de artillería 155 mm; 4) En el cuadro de situación mencionado, es lógico, completamente esperable, que EE.UU. decidiera que sus aliados de la OTAN generen capacidades convencionales suficientes para enfrentar una crisis en Europa; que posiblemente en el mediano plazo, EE.UU. disminuya su presencia militar convencional en Europa, y participe de la disuasión nuclear; que busque cambiar el “vacío estratégico” generado en las Américas por la desaprensión que por décadas se ha dado a la región, abriendo enormes oportunidades que naturalmente aprovechó China y más peligroso a mi juicio Irán; que trate de enfriar todo hotspot en el planeta que pudiera en caso de una mala administración de una crisis, desembocar en un empeñamiento militar severo de EE.UU.; que busque volver a generar confiabilidad estratégica en el Indo Pacífico, algo que se ha visto afectado por los evidentes fracasos en Afganistán, Irak y claramente en “destruir a Rusia en Ucrania”.

Esta actitud de EE.UU. solamente puede sorprender a quienes creen que los recursos son inagotables o que EE.UU. iba a seguir en una deriva que debilitaría todavía más su situación frente a una Rusia prácticamente aliada a China, que es el peor legado que dejó el “estadista” Biden no ya a su país sino a todo Occidente. Es en todo este contexto que tenemos que mirar las operaciones en el Caribe de la administración Trump. Si es un operativo de fuerza real o la materialización del cuento de “Juanito y el Lobo”, ya que en el segundo escenario la credibilidad de EE.UU. sería superlativa, lo que afectaría claramente su estrategia para el Indo Pacífico; allí el peligro.

@J__Benavides

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