
En Nueva Orleans, la gente está acostumbrada a que se ponga a prueba su resiliencia.
Por: CNN
Estuvo el huracán Katrina, el derrame de petróleo de BP, un importante derrumbe de un hotel, un violento aumento temprano de casos en la pandemia y un ataque terrorista durante las celebraciones del Año Nuevo de 2025.
Ahora, inmigrantes y organizadores dicen que se están preparando para lo que parece ser otro desastre que se avecina en su comunidad: se espera que el alto funcionario de la Patrulla Fronteriza, Gregory Bovino, y unos 250 agentes federales lancen un operativo de control migratorio en la ciudad a partir de la primera semana de diciembre, según dos fuentes familiarizadas con la planificación. Defensores y residentes declararon a CNN que se están preparando de forma similar a como lo harían ante uno de los huracanes que han azotado la ciudad que se hunde.
“La comunidad inmigrante está totalmente aterrorizada y en pánico”, dijo Rachel Taber, voluntaria de Unión Migrante, un grupo de defensa de inmigrantes. “La gente lo está viviendo como un huracán, haciendo lo que pueden, comprando comida, quedándose en casa y planeando no poder ir a trabajar”.
La ciudad de 307 años, un enclave azul en un estado liderado por los republicanos, será el último objetivo de las operaciones del Departamento de Seguridad Nacional, según esas dos fuentes, parte de la promesa del presidente de implementar deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados.
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