
El régimen de Nicolás Maduro reclamó este viernes a Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que no repita el «pasado» con un conflicto «falso» relacionado con las acusaciones de narcoterrorismo del Gobierno de Donald Trump y prometió defenderse.
lapatilla.com
El embajador del chavismo en la ONU, Samuel Moncada, protagonizó la sesión de urgencia, convocada anoche ante la expectativa del régimen de que EE.UU. ejecute un «ataque armado» contra Venezuela en el «corto plazo» debido al despliegue y la acción militar cerca de sus costas.
«Hay un asesino rondando en el Caribe», denunció Moncada, en referencia a los ataques de Washington contra cuatro supuestas narcolanchas, que calificó de «ejecuciones extrajudiciales» de sus 21 tripulantes, y anticipó «una nueva ola de agresiones» por un «conflicto que no existe, lo fabrica EE.UU.».
En declaraciones a la prensa al salir de la sala, Moncada estimó que el potencial ataque o «invasión» de EE.UU. puede producirse «este año» porque «no se puede sostener esa movilización por dos años» debido a los costes, y reveló que ayer observaron «equipamientos pesados» en Trinidad.
El representante estadounidense, John Kelley, repitió las tesis de la Casa Blanca de que su objetivo es frenar la entrada de drogas en EE.UU. y que la designación terrorista del Cártel de los Soles, que acusa a Maduro de dirigir, autoriza al Gobierno a defenderse legítimamente de su amenaza.
Kelley, que recordó que EE.UU. no reconoce a Maduro y lo considera prófugo, agregó que los elementos militares en aguas del Caribe siguen «apostados» y actuarán «si es necesario para eliminar (cualquier) amenaza».
Ambos se enzarzaron con varias respuestas por alusiones, con Kelley asegurando que Washington «no está en contra del pueblo de Venezuela» sino de Maduro, y Moncada instándole a «no repetir el pasado, cuando acusaron a otros países de armas de destrucción masiva», y a «aprender de la historia».
Llamadas a la cooperación y felicitaciones a Machado
Moncada sostuvo que EE.UU. está «criminalizando al pueblo venezolano» con una operación de «desinformación» que incluye el uso de la histórica Ley de Enemigos Extranjeros para deportar a los inmigrantes sospechosos de pertenecer al Tren de Aragua, grupo designado terrorista.
El objetivo del Gobierno de Trump, afirmó, es «hacer la guerra contra Venezuela» con la «excusa» de combatir el narcotráfico que alimenta la adicción en ese país, y elevó el tono de su mensaje, acusando a EE.UU. de «adicción al petróleo» y de intentar «controlar las fuentes» del combustible del mundo».
«Si Venezuela no tuviera petróleo, la amenaza que está a punto de ejecutar no existiría», apostilló el diplomático, para quien Trump quiere «instalar un régimen títere y convertir el país en colonia», pero que aún así abogó por el diálogo y recordó que el petróleo venezolano se vende «al precio justo».
La mayoría de los países del Consejo coincidieron en reclamar la cooperación para combatir el narcotráfico, preservar la seguridad marítima, respetar los derechos humanos, mantener la región de Latinoamérica y el Caribe como zona de paz, pero prácticamente ninguno mencionó a EE.UU.
En ese sentido, sobresalió el mensaje del ruso, Vasily Nebenzia, que describió el conflicto como «un tema excelente para un taquillazo de Hollywood en el que los estadounidenses salvan al mundo» y se sumó a Moncada en declarar que Washington no ha aporta pruebas para sus acusaciones.
Casi todos los países occidentales aprovecharon para felicitar a la líder opositora María Corina Machado por su premio Nobel de la Paz, y a distintos niveles reclamaron una transición democrática para paliar la crisis política y humanitaria en Venezuela.
Moncada, que no hizo alusión a esos deseos y a las felicitaciones para Machado en la sesión, sí respondió con ironía al salir: «Esperaba que le dieran el Nobel de Física, quizás el año que viene».
Con información de EFE