
Este lunes, la administración Trump impugnó ante un tribunal federal la prohibición de California que impide a la mayoría de los agentes del orden cubrirse el rostro durante sus operaciones, una medida que el Departamento de Justicia insistió en que era necesaria para proteger a los funcionarios federales.
Por CNN
En una demanda presentada ante el Tribunal de Estados Unidos para el Distrito Central de California, la administración Trump argumentó que la ley del estado, firmada en septiembre en respuesta a las redadas de inmigración durante el verano en Los Ángeles, era un intento inconstitucional de regular a los agentes federales del orden público.
Esta medida se produce tras meses de detenciones de inmigrantes llevadas a cabo por agentes federales enmascarados que emplean tácticas agresivas en todo el país. La prohibición de California debía entrar en vigor en enero del próximo año.
El Gobierno de Trump ha insistido repetidamente en que la práctica de cubrirse el rostro es una precaución importante para garantizar la seguridad de los agentes del orden.
La fiscal general Pam Bondi declaró en un comunicado de prensa este lunes que “no merecen ser objeto de acoso ni exposición pública de información personal simplemente por cumplir con su deber”.
“Las políticas de California contra las fuerzas del orden discriminan al Gobierno federal y están diseñadas para crear riesgos para nuestros agentes”, indicó.
Mientras tanto, el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, ha insistido en que la prohibición se opone al uso por parte del Gobierno federal de agentes enmascarados sin identificación ni número de placa para detener a personas en las calles durante las redadas de inmigración.
“Parece una película distópica de ciencia ficción. Coches sin distintivos, gente con máscaras, gente que desaparece literalmente”, manifestó Newsom en una rueda de prensa al firmar la ley. “Los inmigrantes tienen derechos, y nosotros tenemos derecho a defendernos y resistir, y eso es lo que estamos haciendo hoy aquí”.
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