A veces la vida te conduce por caminos inesperados, y en ese andar descubres culturas que terminan convirtiéndose en refugio. Así le ocurrió a Fanni Molnár (@fanni.molnarr), una joven gastrónoma de 28 años nacida en Budapest, formada desde la infancia entre fogones, recetas familiares y una sensibilidad profunda hacia la cocina. “Para mí la gastronomía es un estilo de vida, es amor”, afirma con la convicción de quien entiende que los sabores también cuentan historias.
Su formación en artes culinarias en el País Vasco la llevó a crear UMO (@umo.budapest), un restaurante donde los sabores latinoamericanos se fusionan con técnicas europeas y el carácter ahumado de la parrilla vasca. Sin embargo, entre todos los ingredientes que han marcado su trayectoria, uno la conquistó para siempre: la arepa.
Y fue precisamente esta historia la que compartió en #SoyVenezolano con @NandaSalas, donde habló desde la emoción, la memoria y la identidad.
Su fascinación por la arepa nació durante sus viajes a Colombia, donde exploró la gastronomía desde la raíz. Allí descubrió la diversidad de maíces, la creatividad culinaria y la riqueza de los quesos regionales. Pero el vínculo más profundo con esta tradición llegó de la mano de un venezolano con quien comparte su vida y su pasión por la cocina. A través de él conoció —de manera simbólica y afectiva— una Venezuela llena de folclor, nostalgia y esa “memoria gustativa” que acompaña a quienes viven lejos de su tierra.
Fanni entendió entonces que la arepa no es un simple pan de maíz: es identidad, historia ancestral y símbolo patrio. Por eso decidió incorporarla al menú de UMO, honrándola con versiones como la reina pepiada, la pelúa, la viuda y la sifrina. Desde Budapest guía a sus comensales en un viaje sensorial que mezcla tradición y narrativa. Las preferidas: la reina pepiada y la pelúa, capaces de conquistar cualquier paladar europeo.
“Mi corazón late con el sabor de dos tierras: Venezuela y Colombia. Soy venezolana de alma y amor”, afirma con orgullo. Hoy, su propósito es claro: llevar la arepa al mundo y demostrar que la identidad no solo nace; también se elige, se celebra y se cocina desde el corazón.
Producción: @careduescobar
Edición: @rebecafloresl
