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El excomisario Iván Simonovis, en conversación exclusiva, aseguró que existe una decisión tomada a nivel internacional para acabar con las operaciones de narcotráfico que, según él, sostienen al régimen venezolano. En sus palabras, “el interés de Estados Unidos no es contra los ciudadanos venezolanos ni contra la Fuerza Armada, sino contra un grupo de terroristas que promueve y patrocina el narcotráfico”.
Simonovis, quien pasó más de 15 años en prisión por razones políticas y hoy se ha convertido en una de las voces más críticas del chavismo, reveló detalles de un análisis de inteligencia que ha identificado 600 objetivos específicos en Venezuela. Dichos objetivos comprenden tanto locaciones fijas como individuos asociados al llamado Cartel de los Soles, una organización que, de acuerdo con el excomisario, ha expandido su influencia en operaciones internacionales de droga y desestabilización regional.
Inteligencia internacional y precisión tecnológica
De acuerdo con Simonovis, la información proviene de un trabajo coordinado entre Estados Unidos y varios países aliados. Las investigaciones incluyen contactos humanos, triangulación electrónica y sistemas de vigilancia de quinta generación que permiten trazar movimientos dentro del país con alta precisión.
“El esfuerzo ha sido internacional y ha permitido construir un sistema de información robusto, donde no solo se conocen ubicaciones estratégicas, sino también la identidad de actores clave dentro de la estructura criminal”, explicó ?. Aunque evitó dar nombres o mayores detalles por seguridad, insistió en que los objetivos están “total y absolutamente identificados”.
¿Qué está pasando dentro de Venezuela?
El excomisario aseguró que existe un descontento generalizado en los cuerpos de seguridad y en la Fuerza Armada. “Los funcionarios y militares viven las mismas penurias que los ciudadanos comunes. Muchos de ellos aborrecen al régimen y esperan que se neutralice a estos individuos de una vez”, señaló.
Agregó que las medidas de persecución aplicadas por figuras como Jorge y Delcy Rodríguez buscan justificar nuevas detenciones, leyes y torturas, en un intento de mantener el control político. “Nadie en su sano juicio cree esa narrativa que ellos presentan en reuniones diplomáticas. Es simplemente un mecanismo para sostener la represión”, afirmó.
Estrategia geopolítica
Simonovis vinculó el auge del narcotráfico con un objetivo político deliberado. Recordó que, según declaraciones en el juicio contra Hugo “El Pollo” Carvajal en España, Hugo Chávez ordenó a Nicolás Maduro y Diosdado Cabello aumentar las operaciones de droga hacia Estados Unidos como estrategia de desestabilización.
“El narcotráfico no es solo un negocio de enriquecimiento ilícito, es un instrumento para sembrar caos en la región”, comentó. Mencionó ejemplos como Chile, Ecuador, Perú y Colombia, países donde grupos irregulares y redes criminales han generado violencia y desorden bajo la influencia del Cartel de los Soles y organizaciones como el Tren de Aragua ?.
No es una guerra contra Venezuela
El excomisario desestimó la idea de que estas acciones puedan interpretarse como una invasión. Recalcó que el interés de Estados Unidos y sus aliados no es ocupar Venezuela ni atacar a su población. “Se trata de operaciones puntuales contra objetivos específicos. No habrá daños colaterales porque se están cuidando todos los parámetros. El blanco no son los ciudadanos, es el cartel”, puntualizó.
Añadió que el narcotráfico provoca miles de muertes al año en Estados Unidos y en otros países, lo cual justifica la presión internacional. “El caos es la herramienta de gobierno del chavismo. Donde hay caos, ellos mandan”, dijo.
Expectativa de movilización ciudadana
Consultado sobre la reacción que podría tener la población venezolana ante una eventual acción internacional, Simonovis se mostró optimista. “Estoy convencido de que la gente saldrá a la calle con entusiasmo y alegría, porque significará el retorno a la democracia y a la libertad tras 25 años de opresión”.
En este sentido, destacó que existen planes de contingencia para el “día después”. Según sus palabras, ya hay protocolos de actuación para las primeras horas, los tres meses y hasta los seis meses posteriores a un eventual quiebre del régimen. Dichos planes contemplan áreas críticas como seguridad, servicios públicos y la industria petrolera, con el objetivo de garantizar la estabilidad y atraer inversiones internacionales.
Respecto a posibles grupos armados o focos de violencia tras un cambio político, Simonovis fue enfático: “El que no entienda que Venezuela será una democracia con un nuevo liderazgo y un sistema funcionando, tendrá dos opciones: irse del país o enfrentar la justicia”.
Asimismo, envió un mensaje a los responsables de violaciones de derechos humanos y actos represivos, asegurando que forman parte de los 600 objetivos y que “tarde o temprano tendrán que rendir cuentas”.
A pesar de los años de encarcelamiento, Simonovis se definió como un optimista incorregible. “Nunca dejé de soñar en la libertad. Hoy, 2 de octubre de 2025, puedo decir con franqueza que falta muy poco para que Venezuela retorne a la democracia”, aseguró.
Recordó que las operaciones internacionales solo se ejecutarán cuando existan garantías de éxito total, como ocurre en acciones de inteligencia similares llevadas a cabo por Israel contra líderes terroristas. “El régimen ya no duerme en paz, y nunca más volverá a hacerlo”, concluyó.