En claves: Las maniobras militares de EEUU en Trinidad y Tobago aumenta tensión con Venezuela
18 Nov 2025, 20:39 5 minutos de lectura

En claves: Las maniobras militares de EEUU en Trinidad y Tobago aumenta tensión con Venezuela

Por La Patilla

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Las actuales maniobras militares de la Marina de Estados Unidos en Trinidad y Tobago, país vecino a Venezuela, han vuelto a despertar los temores a una mayor escalada de la tensión en el Caribe entre Washington y Caracas y a sus posibles repercusiones a nivel regional.

El papel jugado por el Gobierno de Trinidad en esta crisis suscita críticas internas e inquietud en la Comunidad del Caribe (Caricom), formada por 15 países que siguen defendiendo mayoritariamente que la región debe ser «una zona de paz».

Estas son las claves de las posibles implicaciones de unas maniobras que se desarrollarán hasta el próximo 21 de noviembre, según las autoridades de Trinidad, y que tienen lugar pocas semanas después de que atracara en Puerto España el destructor USS Gravely.

Un firme respaldo al despliegue militar estadounidense

La primera ministra trinitense, Kamla Persad-Bissessar, ha defendido los ejercicios describiéndolos como parte de una alianza de seguridad «profunda y duradera» con Washington que ha contribuido a reducir el tráfico de armas, drogas y personas, y ha mejorado la preparación de las Fuerzas de Defensa de Trinidad y Tobago.

Los ejercicios militares se enmarcan en el Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas (SOFA, en inglés) entre ambos países, que fue renovado en diciembre de 2024.

El SOFA define el estatus legal, los derechos y las responsabilidades del personal militar estadounidense en Trinidad y Tobago, permitiendo el entrenamiento conjunto y la cooperación, al tiempo que EE.UU. proporciona al país caribeño apoyo en materia de seguridad y fortalecimiento de capacidades.

Persad-Bissessar insistió ayer en redes sociales que «el territorio de Trinidad y Tobago no va a ser usado para lanzar ningún ataque contra el pueblo de Venezuela», pero expertos consultados por EFE ponen en duda estas palabras.

El propio presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció ayer que la primera ministra de Trinidad y Tobago «hipotecó» su país para «amenazar a Venezuela».

Un conflicto podría desestabilizar el Caribe

El economista trinitense David Abdulah advierte que la decisión de albergar ejercicios militares conjuntos con el Cuerpo de Marines de EE. UU. conlleva «importantes riesgos estratégicos» para el Caribe en general.

«Me cuesta entender qué gana Trinidad y Tobago con estos entrenamientos. El Gobierno claramente se ha desmarcado de la postura histórica de Caricom de considerar al Caribe como ‘una zona de paz’. Se ha alineado con Washington», denunció.

Según Abdulah, el reciente despliegue militar en el sur del Caribe no se centra en la lucha contra el narcotráfico sino que es «un pretexto para una acción militar contra Venezuela».

También el exembajador jamaicano Curtis Ward alertó de que un conflicto en el sur del Caribe podría desestabilizar toda la región.

«Si estalla la guerra en el sur del Caribe, los buques mercantes y los cruceros podrían estar en peligro. Las interrupciones en la cadena de suministro internacional y el turismo tendrían graves repercusiones económicas en todo el Caribe», detalló.

Caricom, de la que Trinidad es miembro, ha expresado su preocupación por la actual crisis y ha pedido a EE. UU. garantizar que cualquier acción militar dirigida contra Venezuela no amenace la estabilidad regional ni se produzca sin consulta y advertencias previas.

¿Beneficio o riesgo para Trinidad?

Para el profesor Andy Knight, exdirector del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de las Indias Occidentales, los ejercicios pueden ofrecer algunos beneficios de entrenamiento pero «a costa de la soberanía nacional y una mayor división dentro de Caricom».

«Estados Unidos puede presentar su presencia como una lucha contra el narcotráfico, pero existe inquietud regional sobre sus verdaderas intenciones», explicó Knight, actualmente en la Universidad de Alberta, en Canadá.

En la misma línea, Ward afirmó que las maniobras parecen ser «parte de los preparativos para una operación militar en Venezuela».

«Si el entrenamiento es un preludio a la guerra, Trinidad y Tobago podría sufrir consecuencias. Venezuela estaría en su derecho de atacar las bases militares estadounidenses en Trinidad y Tobago, incluyendo buques de guerra en sus aguas. La vida de los civiles estaría en riesgo», señaló Ward.

También el ex primer ministro de Trinidad Keith Rowley declaró ayer en una rueda de prensa que el Gobierno podría arrastrar a la nación a un potencial conflicto regional y que las plataformas gasísticas en alta mar serían en ese caso un «objetivo legítimo».

Ante estos planteamientos, Persad-Bissessar subrayó: «Los ciudadanos y la infraestructura de Trinidad no están en riesgo porque no somos partícipes de ninguna agresión contra el pueblo de Venezuela».

EFE

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