
En un acto cargado de simbolismo y emoción, Ana Corina Sosa subió al estrado de Oslo para recibir el Premio Nobel de la Paz 2025 en nombre de su madre, María Corina Machado.
Por lapatilla.com
Ante la imposibilidad de la líder opositora de llegar a tiempo a la ceremonia, Sosa recitó el discurso de Machado, un relato de la lucha venezolana por la democracia.
El discurso comenzó con una poderosa declaración:
«He venido a contarles una historia, la historia de un pueblo y su larga marcha hacia la libertad. Esa marcha me trae hoy aquí, como una voz entre millones de venezolanos que se han levantado una vez más para reclamar el destino que siempre les ha pertenecido.»
Machado, a través de la voz de su hija, trazó la historia de Venezuela, desde sus raíces audaces como una de las primeras repúblicas hasta su florecimiento en el siglo XX, cuando el país se convirtió en un faro de democracia y un refugio para exiliados de todo el mundo.
Sin embargo, el tono se tornó sombrío al describir la decadencia democrática: «Desde 1999, el régimen se dedicó a desmantelar nuestra democracia… La riqueza petrolera no se usó para liberar, sino para someter». La líder opositora denunció la corrupción obscena, la persecución y el terror de Estado, citando la huida forzada de nueve millones de venezolanos.
«Pero más profundo y corrosivo que la destrucción material fue el método calculado para quebrarnos por dentro… Nos asfixiaron, nos encarcelaron, nos mataron, nos empujaron al exilio.»
El discurso dedicó un segmento crucial a la reciente elección presidencial de julio de 2024, destacando el papel fundamental de la sociedad civil en el proceso de primarias y en la protección del voto:
La Primaria como «acto de rebelión»: El acto cívico del 22 de octubre de 2023 se convirtió en el «renacer de la confianza de un país en sí mismo.»
La unidad en torno a Edmundo González: Tras la inhabilitación de Machado, el apoyo a González Urrutia demostró la determinación de una «sociedad plural… unida en torno a un propósito común».
El triunfo y el terror: Machado afirmó que González ganó con el 67% de los votos, pero el régimen respondió con el terror, con «dos mil quinientas personas… secuestradas, desaparecidas o torturadas».
El mensaje culminó con una visión de esperanza y un llamado a la comunidad internacional. Machado subrayó que el premio es un recordatorio de que «la democracia es esencial para la paz» y que la causa venezolana es un ejemplo universal: «Si queremos tener democracia, debemos estar dispuestos a luchar por la libertad»
«Mis queridos venezolanos, el mundo ha quedado maravillado por lo que hemos logrado. Y pronto presenciará una de las imágenes más conmovedoras de nuestro tiempo: el regreso de los nuestros a casa… Yo estaré allí, nuevamente, en el puente Simón Bolívar, en la frontera con Colombia, […] para recibirlos de vuelta a la vida luminosa que nos espera.»
El emotivo discurso concluyó con un homenaje a los presos políticos, a los activistas y, sobre todo, a los «millones de venezolanos anónimos que arriesgaron sus hogares, sus familias y sus vidas por amor.»



