
La ONG Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea) denunció este domingo que han pasado cuatro años desde la muerte del general Raúl Isaías Baduel, exministro de Hugo Chávez y preso político, y aún no existe una investigación independiente sobre las circunstancias del caso.
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De acuerdo a una publicación en su cuenta de X, la organización recordó que Baduel fue víctima de una cirugía clandestina contra su voluntad, que marcó sus últimos meses de vida.
La operación se realizó fuera de un hospital, en un quirófano improvisado instalado en una carpa cerca de un basurero, donde los médicos ignoraron sus solicitudes y no le suministraron analgésicos ni cuidados esenciales tras la intervención.
“La operación se realizó fuera del hospital. De nada sirvió que Raúl pidiera explicaciones o que se resistiera… Quedó a merced de esos médicos en los cuales, obviamente, no confiaba”, afirmó Cruz María de Baduel, esposa del general.
Después del procedimiento, Baduel contó a sus familiares y abogados que lo trasladaron inmediatamente de nuevo a La Tumba, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Plaza Venezuela.
“No lo mantuvieron bajo observación durante un tiempo prudencial. Ni siquiera les importó que tuviera mucho dolor. Ya al mediodía de ese 23 de diciembre estaba de regreso en la misma celda que ocupaba en La Tumba. No le suministraron ni un analgésico o lo esencial para que él mismo se hiciera las curas”, relató Andreína Baduel.
El caso de Raúl Isaías Baduel se suma al de su hijo Josnars, preso político condenado a 30 años y recluido en aislamiento, evidenciando un patrón de violaciones de DDHH en el país. Ambos casos han sido denunciados ante la Misión de la ONU sobre Venezuela.
A pesar del paso del tiempo, el chavismo no ha abierto una investigación independiente, situación que mantiene a la familia y a organizaciones de derechos humanos en alerta por la impunidad en torno a la muerte del general.